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El ataque de un tiburón blanco a una jaula con turistas

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Un grupo de tres turistas vivió un momento aterrador y muy cercano con un gran tiburón blanco frente a las costas de México.

Tres turistas tuvieron a un gran tiburón blanco a escasos centímetros, al alcance de la mano, y pudieron filmar el momento en que el animal impresionante atacó la jaula en donde estaban protegidas, en la isla Guadalupe, muy cerca de México.

Bajo la guía de Jim Partington, un experto, las mujeres habían acudido a disfrutar del buceo con tiburones y su experiencia terminó siendo más emocionante de lo previsto, pues el espécimen llamado Bullet les hizo una visita muy íntima.

“Estábamos organizando una expedición temática exclusiva de la Semana del Tiburón para encontrar, filmar y bucear con los tiburones blancos más grandes del mundo. Usamos cebo (principalmente atún) que está en nuestro permiso de buceo, generalmente para atraer a los tiburones”, contó Partington, un especialista de 36 años, al diario Daily Mail.

“Visitamos un área donde los tiburones ya están cazando, por lo que, en muchas ocasiones, ni siquiera se necesita cebo, ya que la curiosidad a veces es suficiente para atraer la atención de los tiburones. En este caso particular, no se utilizó cebo en ese momento. El animal simplemente tenía curiosidad de que nosotros fuéramos los visitantes de su mundo”, añadió.

Estaban disfrutando de su experiencia cuando la hembra -de unas dos toneladas- arremetió contra la jaula y mordió los barrotes en varias ocasiones, frente a su ojos, e incluso zarandeó la armazón metálica.

Partington reconoció a Bullet por la marca distintiva en su aleta dorsal que se asemeja a un agujero de bala y explicó que “contrariamente a la creencia popular, la mayoría de los tiburones ignoran las jaulas y solo en muy raras ocasiones ocurren momentos como este”.

En el video se observa perfectamente como Bullet llega hasta donde están las turistas, muerde repetidamente una parte de la jaula durante varios segundos, mientras quienes están dentro de la misma graban este impresionante momento.

“A menudo, las hembras más grandes, como Bullet, son menos tímidas que los machos más jóvenes y, en esta ocasión, había estado interactuando y nadando alrededor del bote durante unos 30 minutos, y se interesaba cada vez más por nuestro barco. Le gustó uno de los flotadores que se adjunta al costado de la jaula y usó su boca para probar y descubrir por sí misma qué era. Solo un tiburón con el tamaño y su personalidad audaz tendría la confianza para probar algo así”, concluyó el hombre.

Julio Linares



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