Diplomáticos canadienses demandan a su gobierno por sucesos ocurridos en La Habana

Cinco diplomáticos canadienses y sus familiares que se encontraban ejerciendo funciones en La Habana durante el tiempo que ocurrieron los llamados “ataques sónicos” se han unido en una demanda colectiva contra el gobierno al cual piden alrededor de $ 28 millones, pues alegan “el gobierno canadiense no los protegió, escondió información crucial y minimizó la gravedad de los riesgos, ” según expresan en la declaración de reclamo presentada el miércoles en la Corte Federal.

Los diplomáticos creen que Ottawa no hizo sus deberes y que ellos enfermaron a causa de la lentitud en una respuesta. A falta de un culpable real – digamos, “el dueño del arma secreta” – el gobierno canadiense enfrenta las culpas, mientras reitera su voluntad de ” identificar la causa”. Ottawa enfatizó recientemente que “la salud y la seguridad del personal diplomático y sus familias son las prioridades.”

Sin embargo otra cosa piensan los afectados. ¿Por qué Ottawa debió esperar que enfermaran 14 de ellos para ordenar la retirada de la mitad de su personal de la sede diplomática?

Para colmo de males, los funcionarios alegan que no solo “se les impidió considerar los verdaderos riesgos de una publicación de La Habana en su propia salud, sino que también se les negó la oportunidad de proteger a sus hijos”.

Por si fuera poco, según la demanda, Canadá  “interfirió activamente” en la posibilidad de que los afectados buscasen atención médica adecuada.

El asunto se complica porque involucra además a los hijos de estos diplomáticos y porque los daños provocados parecen ser irreversibles.

Nueve adultos y cinco niños manifestaron síntomas tales como náuseas, mareos, dolores de cabeza y problemas en la concentración, debido a algún tipo de “arma” que usa microondas de la cual no se tiene la más remota idea de su existencia, dónde está ubicada y por qué – cómo es que – ataca “casi selectivamente” a diplomáticos norteaméricanos y canadienses, pues tanto en las sedes diplomáticas como en las residencias de estos funcionarios trabaja personal cubano y ninguno ha reportado síntomas similares.

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Canadá dijo que trabaja y continuará trabajando con las autoridades estadounidenses y cubanas a fin de darle solución a este misterio.