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Cuba

D’ La Abuela: una paladar en La Habana ayuda a damnificados por el tornado

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Texto y fotos: Liliana Suárez

La cocina de D’ La Abuela no quedó impasible ante los daños en varios municipios de La Habana por el paso del tornado este domingo último. El establecimiento privado, que entrega comida a domicilio en cualquier rincón de la capital, sin abandonar sus servicios cotidianos ha puesto el mayor empeño en ayudar a los damnificados, muchos de los cuales hoy viven a la intemperie o en casas semidestruidas.

Gabriela Carranza y Maykel Bárzagas Remón, dueños de D’ La Abuela, paladar situada en la Calle 20 entre 7ma y 9na, municipio Playa,  decidieron que en estos momentos les correspondía a todos dar un vuelco en el trabajo diario para ponerlo especialmente en función de dar auxilio a tantos habaneros que están sufriendo.

Para anunciar la iniciativa de inmediato pensaron en las redes sociales. En el perfil de Facebook del restaurante publicaron: “D La Abuela se suma a toda la ayuda necesaria después de la terrible catástrofe sobre nuestra capital. Todos los pedidos que se realicen de comida a las zonas afectadas tendrán 0 costo de envío y el 30% de descuento renunciando a nuestra utilidad. Y toda la comida que sea para niños será completamente gratis. Si no nos ayudamos nosotros nadie lo hará”.

Karen Martínez es la cajera que responde de inmediato a cada llamada telefónica. Nos dice: “Ya nos comenzaron a llegar los pedidos y con agilidad los traslado al chef Sergio Álvarez Solana”. Los que llamen tienen que dar la dirección exacta adonde debe se llevada la comida y de esa forma sabemos que proceden de las zonas afectadas por el tornado. “Nos sentimos muy satisfechos con que nuestro mensaje haya sido bien recibido y lo que deseamos es que muchos más nos llamen”, agrega Karen.

Álvarez Solana, que trabaja en cada uno de los dos turnos de 12 horas junto a cuatro cocineros, explica que si su cargo en D’ La Abuela para él significa una gran responsabilidad, ahora siente que ha aumentado. “A mí no me agota enfrentar este reto, lo considero de gran humanismo y disfruto con sugerir la preparación de platos de buen gusto que puedan ser recibidos no solo por necesidad, sino también con satisfacción”.

El chef abunda sobre algunos de los preparados de la casa, todos de cocina cubana: picadillo a la habanera, con arroz blanco, huevo frito y platanito; la pechuga de pollo jugosa al carbón, que se presenta con pisto y arroz aromático; el pollo a la barbacoa, con arroz moro y boniato frito especiado; los camarones al gusto o el solomillo de cerdo a la crema de pimienta.

“La comida de la paladar es exquisita, siempre que se pasa por aquí los cocineros están entregados a sus tareas diarias, pero realmente ahora dan una demostración de altruismo que muchos debieran imitar”, opinó una vecina.

“Este gesto de D’ La Abuela demuestra que lejos de los que algunos refieren de que los trabajadores por cuenta propia solo piensan en la ganancia personal, sienten el dolor ajeno como propio y se desprenden de cualquier supuesta ambición para servir a sus conciudadanos cuando hace falta”, afirmó un estudiante universitario del barrio.

Los “nietos de la paladar D’ La Abuela” van a donde haga falta

A la espera de las órdenes para salir en sus motos, en la acera ubicada frente al centro, cinco mensajeros se alistan en cada turno para cumplir con sus encomiendas.

David, uno de ellos, refiere: “nosotros somos los nietos de D’ La Abuela. Desde hace tres años cuando fue creada, sentimos esta ocupación como una parte esencial de nuestras vidas, nos da el sustento personal y el de la familia; el colectivo es magnífico, pero ahora nos consideramos más complacidos porque estamos prestando alivio a tantos habaneros que han sido víctimas del fuerte tornado que en solo 16 minutos arrasó con sus pertenencias”.

A punto de partir para su entrega a domicilio, otro de los mensajeros sostuvo: “Nosotros empezamos y fue muy buena la iniciativa, pero es muy triste llegar a esos lugares y ver tanto destrozo. A la vez, esto hace que tengamos más ánimo para salir a repartir enseguida que se nos entreguen los alimentos. Hasta agua para tomar hemos visto que les falta a la mayoría de los perjudicados”. Normalmente este servicio cuesta entre 6 y  8 CUC, pero en las zonas afectadas por el tornado se realiza sin costo alguno.

A la iniciativa ya se han sumado otros negocios particulares como Ring Pizza, ubicado en la Calle 26 número 115, entre 13 y 15, en El Vedado. A través del teléfono 7 8303233 auxilian a tantos que han resultado dañados. Otros cubanos emprendedores aseguran que en las próximas horas también comenzarán a ayudar. Los comercios particulares muestran la otra cara de la luna, esa que por unos cuantos no era bien vista al considerarlos solamente aspirantes a ricos.

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