Cuba
Cubanos varados en México no entienden que coterráneos voten por Trump
Cubanos varados en México no entienden por qué sus coterráneos en EE.UU. votan por Donald Trump. Ellos mismos si cruzan, algún día, votarán “por otro Trump”.
La agencia Reuters trae la noticia: un grupo de cubanos varados en la frontera de México con los EE.UU. no entienden que sus compatriotas voten por Trump.
Así deben sentirse, estupefactos, contrariados, dubitativos, sin respuesta y del otro lado. Además, se sienten traicionados porque llevan allí varios meses.
Días, semanas, siendo golpeados por el hambre, las enfermedades, la pandemia del coronavirus. Sufriendo extorsiones, violaciones. Víctimas de la incertidumbre; viviendo en tiendas de campaña. Durmiendo hasta 12 en un cuarto de un motel de mala muerte.
Conocen perfectamente que fue Barack Obama quien quitó la Ley de Pies Secos Pies Mojados, no Donald Trump. Han escuchado casos terribles de cubanos que han logrado pasar la frontera y pedir asilo político. De Centros Correccionales donde se violan derechos; que se gasea a los inmigrantes que exigen respeto. Han oído que el ICE obliga a firmar “auto deportaciones”; y de seguro conocen de emigrantes que han hecho alguna que otra huelga de hambre en señal de protesta.
Es probable que también conozcan del calvario de penurias vivido por Yariel Valdés González, periodista cubano que sufrió lo indecible en Louisiana hasta que pudo obtener su asilo político. O del cubano que se suicidó; o de los otros dos que intentaron suicidarse.
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Conocen que Trump ha hablado “de ellos”, que dice que quiere ayudarlos, pero no han visto nada en concreto. Creen firmemente que tal y como Obama, de un plumazo, les quitó la Ley que los acogía en EE.UU., Trump, que no es Obama, puede volver a reactivarla.
Muchos, a veces, también, es verdad y hay que escucharlos y entenderlos, oían promesas y palabras huecas de Carlos Curbelo cuando era congresista, si es que acaso, hablaba de ellos. Todavía, a cada rato, hasta sueñan con que el senador Marco Rubio será capaz de ayudarlos más allá de su lengua.
En fin, cubanos como José Manuel Maranillo, “un cubano que solicita asilo en Estados Unidos y que está varado en México por las políticas del presidente Donald Trump, se angustió cuando supo que su cuñado en Florida había votado por el republicano”.
“Me siento muy mal por que haya votado por Trump porque estamos aquí en Juárez esperando que gane Biden para que nos ayude a nosotros y a los latinos en Estados Unidos”, dijo Maranillo el miércoles a Reuters, creyendo firmemente que Trump es responsable de todos sus males, sin haber pisado EE.UU. o estudiado “la democracia”; sin asumir, proveniente de un país donde le envenenaron el cerebro desde pequeño con el cuento del gringo malo, que la libertad entre otras cosas puede significar eso: RESPETO. Respeto a que tu primo vote por los valores que representan mejor sus intereses; por el candidato que él, no tú, cree que hará lo mejor por el país donde él vive, EE.UU., no por el que país de donde vienes tú. Por su gente, estadounidense; no tú, inmigrante.
Así piensa más o menos también Dairon Elisondo, el médico cubano que se ha hecho famoso por trabajar en un campo de refugiados en la ciudad mexicana de Matamoros, quien también ha aplicado para obtener el asilo político.
Este dice que esos que en Miami votaron por Trump, “solo están pensando en el beneficio que ellos pueden obtener si ganara Trump y en nada más”.
“Solo ven esa parte, no se fijan en las otras cientos de cosas que ha hecho mal”, señaló el humanitario galeno.
“Habiendo tantos cubanos varados aquí en México, con la violencia, con todo, es una cosa que no puedo entender”, expresó Ludmina Cabello.
“Muchos volaron y llegaron a Estados Unidos con visa. No cruzaron fronteras ni pasaron por las malas experiencias que pasé yo”, dijo Yuri González.
Lo más triste y hasta curioso de esta “versión marxista” de que “el hombre piensa como vive” es que muchas de esas mismas personas que ahora están del lado de allá, y diciendo esas cosas, una vez que estén del “lado de acá” harán exactamente lo mismo que hizo el primo de Maranillo.
Si lo dudan, yo lo he visto. Gente que cruzó ilegal; gente que llegó al aeropuerto y dijo que quería quedarse; o gente que vino en balsa, ilegal también, pidiendo muro fronterizo y “que no los dejen entrar”. Gente que no da ni un pañal de ayuda humanitaria, que argumentan que esas personas van a entrar y al año y un día van a regresar a Cuba cuando ellos mismos tienen un pasaje reservado. Gente que sobrevivió gracias a los Food Stamp y ahora piden que no se les dé a los “recién llegados”.
Eso, sí, es otra especie. El voto, no, queridos, votar republicano o demócrata es otra cosa que ustedes no pueden entender, pero que algún día entenderán.
Ariel P.