Cubanos atemorizados ante una segunda temporada del Período Especial

Por Flavia Viamontes

La etapa del llamado “Período Especial” dolorosamente quedó grabada en la memoria colectiva de Cuba. Fue una pesadilla que vivimos los cubanos en la década de los noventa y que relacionamos con hambre, apagones, separaciones familiares, enfermedades y hasta lamentables e inútiles muertes.

Ahora, más de una década después, la situación económica en el país sigue colapsando y asfixiando al cubano de a pie. Y mientras, desde arriba, nos siguen pidiendo “un poco más de sacrificio”, como ha anunciado el exmandatario Raúl Castro.

La carencia de los más elementales artículos de primera necesidad se va agravando día a día y se extiende el miedo por regresar a esa época de escaseces tan penosas cuyos efectos, más de 20 años después, no se terminan de superar.

“No se trata de regresar a la fase aguda del Período Especial de la década de los años 90 del siglo pasado. Hoy es otro el panorama en cuanto a la diversificación de la economía. Pero tenemos que prepararnos siempre para la peor variante”,  ha señalado el presidente, Miguel Díaz-Canel, pero es una “mala situación que puede empeorar”, advirtió luego.

Y los más preocupados son las generaciones que vivimos aquella última década del siglo pasado, porque los jóvenes de hoy solo lo conocen por las anécdotas de los mayores.

¿Podría haber una peor variante?, le pregunto a un señor de aproximadamente 50 años que espera en una cola para comprar pan. “No quisiera ni imaginarme algo peor a aquella etapa, porque de seguro vendría acompañada de sangre y peores tristezas. La Cuba de hoy no es la de entonces”.

Alicia, en la misma cola, asegura que “estamos regresando a la época en que vivíamos como rapiñas. Caminamos hoy por la calle mirando la jaba del otro a ver que si trae algo de comer y, si es así, pues enseguida arremetemos y preguntamos: ¿Dónde hay pollo? ¿Dónde hay huevos? ¿Aceite? ¿Hay mucha cola? Temo por nuestro futuro, el de mis nietos”.

Para Alina la situación ahora será más caótica. Y coincide en que “los tiempos no son los mismos, el momento es bien convulso y ya la gente no aguanta más. Además, la juventud de hoy no es la misma de entonces. Realmente me da miedo”.

“¿Ah, porque alguien cree que salimos del primer Período Especial?”. Me responde Elena, una ama de casa jubilada que anda buscando pollo para sus nietos. “El que crea que alguna vez salimos del primero está muy loco. ¿Qué hemos tenido después de aquellos años? Nada. La escasez es la misma, el transporte sigue malo, los apagones se dan cada vez que sopla un viento o pasa cualquier cosa. ¿Comida? Ha estado perdida siempre. La gente se sigue yendo y las familias separando. ¿Algo ha cambiado? Sí, para peor. Antes dependíamos de la Unión Soviética, hoy de Venezuela y ya usted ve, mañana no vamos a tener quien nos regale nada”, resalta con rostro preocupado.

A sus más de 50 años Ileana nunca había sentido tanto miedo como ahora. Cuenta que hace dos días una mujer la empujó y ofendió en una cola para comprar pollo. “La gente está muy agresiva. No me imagino que pasará, me da pavor”.

El Período Especial y la nueva Cuba

“Tengo 17 años y del Período Especial solo tengo las anécdotas de mis padres. Me parece increíble, no puedo imaginar vivir con apagones de 12 horas y con todo tipo de carencias. Es cierto que en este país escasea todo, pero nunca me he ido a la cama sin comer. Mi madre, que en esa época tenía mi edad y estaba en el pre, me cuenta que muchas veces su única comida del día era dulce de col  y té”, comenta Alain a Cuballama.

Sentados fuera de un preuniversitario capitalino, otro de sus compañeros, Eduardo Luis, me manifiesta apenas sin pensar que ese tiempo “en mi familia se resume en tres palabras: hambre, sufrimiento y separación. Mucha gente salió de Cuba en las peores circunstancias, las personas se enfermaban por la falta de comida. Ojalá no ocurra lo mismo hoy”.

Agrega que en su casa la “cosa no está nada buena”. Su madre anda muy agobiada, pero su abuela, que vive en Miami, ya avisó que viajará a La Habana en mayo. “No hay pacotilla, nos dijo, solo traerá comida. Vamos a ver cómo le va en el aeropuerto”, se lamenta.

Laura habla de que los cubanos están saliendo en masa del país, tal como ocurrió en 1994. “Hasta para Haití se quieren ir. La cosa va en serio. Mi padre dice que hay que tomar ´cualquier medida´ para que este Período Especial no les coja tan desprotegidos como el anterior”, manifiesta la muchacha estudiante de Derecho de la Universidad de La Habana. “¿Qué esperamos? Pues primero sabemos que, como siempre ha ocurrido, le achacarán todo al bloqueo y, sobre todo, a las nuevas medidas de Trump. Siempre el culpable tiene que venir de afuera y si es del norte, pues mejor”.

El enfrentamiento habitual entre los gobiernos de Estados Unidos y Cuba se recrudece bajo la administración actual, y los más recientes anuncios para cercar la economía cubana son la justificación perfecta para el período que se viene: “No creo que ahora aparezca otro Hugo Chávez  y una Venezuela con petróleo que nos saque del agujero negro”, lamenta la joven estudiante.

No obstante, Laura, como todos, espera que “no regresen los apagones diarios de doce horas, la falta total de comida y una economía de subsistencia primitiva”. No lo vivió, pero sabe que el Período Especial fue lo más parecido a una guerra sin bombardeos y no quisiera que aparezca otro igual, “aunque el futuro no se avecina nada positivo…”.