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Cuba

Cubanos entre la ilusión y el desencanto por flexibilización de política migratoria de Panamá

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Por Ariel Peñate

“Es una gran oportunidad que ampliará completamente los negocios por cuenta propia en Cuba. Ahora el problema son los límites que impone el gobierno para la entrada de productos”, dice Juan Carlos, uno de los proveedores de una de las paladares más populares de La Habana sobre la eliminación del visado a los cuentapropistas de la isla para entrar a Panamá.

El entusiasmado emprendedor viaja al país latinoamericano cuatro o cinco veces al año para mantener su contrato no escrito con este restaurante cuyo nombre prefirió dejar en el anonimato. Juan Carlos, que también pidió no revelar su apellido, importa además electrodomésticos como Split y televisores de última tecnología que luego revende a más del doble de su precio.

“Es un negocio redondo, incluso ya me voy con los pedidos desde La Habana”, explica este joven habanero que abandonó los estudios universitarios para dedicarse al trabajo en el sector privado.

La noticia sobre la eliminación de visado para entrar a Panamá ha suscitado muchas esperanzas entre los cubanos, quienes ahora podrán solicitar una Tarjeta de Turismo para entrar a ese país luego de presentar documentos que los acrediten como cuentapropistas, creadores o artesanos.

Tan solo en el 2017 Panamá reportó beneficios de más de 100 millones de dólares por la inversión de los turistas cubanos. Pero algunos analistas aseguran que el ingreso es mucho mayor.

Cubanos en la Zona Franca de Panamá

Un diseñador, que prefirió no revelar su identidad, nos cuenta que la Zona Libre de Colón, es como “una pequeña Habana”. Este profesional viaja prácticamente todos los meses a ese país centroamericano, a veces en funciones de trabajo, otras como turista.

“La Zona Franca siempre está llena de cubanos comprando cualquier tipo de mercancía. Incluso logran que los encargados de las ventas les bajen los precios a los productos porque las compras llegan a los miles de dólares. Tras la caída de la afluencia de venezolanos, colombianos y nicaragüenses, los cubanos se han convertido en la “gallina de los huevos de oro” para el comercio en Panamá”, refiere este profesional que reserva una habitación en el lujoso hotel Sheraton Grand Panamá cada vez que viaja al país latinoamericano.

“Posiblemente México dé una respuesta a las medidas de Panamá para generar mayor entrada de cubanos. Ambos países se están disputando las jugosas ganancias que dejan los cubanos cuando van de compras”, agrega el diseñador.

René Martínez dejó su profesión como entrenador de natación para dedicarse por completo al cuentapropismo. Tras mucho bregar en estas turbulentas aguas, logró crear un negocio propio para arreglar y vender móviles. Tiene una pequeña tienda en el centro del Vedado, en La Habana, con dos técnicos de electrónica bajo su mando.

Tienda de celulares en el Vedado

Él, revela, viajaba a Miami frecuentemente para comprar móviles y revenderlos en Cuba, además de otros accesorios para los teléfonos. Ahora considera que el mercado de Panamá es mucho más atractivo porque puede adquirir los productos para su negocio a precios más baratos.

“Esta medida va a diversificar el cuentapropismo y a alimentar la competencia dentro de ese sector. Puede incluso impulsar la creación de otros negocios privados y a ayudar a crecer los que ya existen”, nos comenta en el Mama Inés, una cafetería privada con aires bohemia muy concurrida en Plaza de la Revolución.

“La pregunta es cuáles serán los límites que se impongan al sector privado en Cuba, porque en la nueva reforma constitucional el gobierno explica que no permitirá la acumulación de riqueza. Es un terreno todavía lleno de incertidumbres”, admite a Cuballama.

El precio de los pasajes a Panamá

No todo es entusiasmo entre los cubanos. Ricardo, un ingeniero agrónomo cerca de la jubilación, califica esta medida como “discriminatoria”.

“Si uno no es cuentapropista ni tiene ningún negocio no aplica para estas medidas; creo que no deberían poner restricciones para que todos los cubanos pudieran al menos viajar a Panamá, ya que a otros países es casi imposible por el precio del pasaje”, se queja Ricardo, que ha tratado de visitar en dos ocasiones a sus hijas en Estados Unidos, pero le ha sido negado la visa.

El precio medio de los pasajes a Panamá oscila entre 400 y 450 CUC.

Los cubanos cuentapropistas invirtieron fuera de Cuba más de 2.390 millones de dólares, en 2007. La cifra es nueve veces más que el capital extranjero de Zona Especial de Desarrollo de Mariel (ZEDM) y similar a la que el Gobierno dice que necesita para revitalizar la economía de la isla, reveló un cable de la agencia española EFE.

Ariel Tapanés, quien está en trámites legales para abrir una cafetería de comida rápida en la isla, lamenta que los cubanos deban sacar todo ese dinero fuera del país en vez de tener la posibilidad de invertir con todas las garantías legales en Cuba”, explica.

Tapanés dice que sería un fuerte impulso al sector cuentapropista que se incluya en la reforma constitucional que hoy se debate una ley que permita a los empresarios cubanos radicados en la isla y fuera de la nación invertir sin limitaciones en la economía del país.

Ese ha sido precisamente una de las demandas en las discusiones sobre la aplicación de este proyecto constitucional. En la reforma de la Constitución se reconoce la propiedad privada, pero solo se otorga marco legal al capital extranjero para invertir en la isla.

Los cubanos cuentapropistas invirtieron fuera de Cuba más de 2.390 millones de dólares, en 2007. La cifra es nueve veces más que el capital extranjero de Zona Especial de Desarrollo de Mariel (ZEDM) y similar a la que el Gobierno dice que necesita para revitalizar la economía de la isla.

Los cubanos, no obstante, siguen dejando ganancias en el exterior y ya algunos ajustan su economía para irse de compras a Panamá antes de fin de año. Yo voy de “mula” (persona que generalmente compra mercancías para otros proveedores) gracias a mi pasaporte español, pero ahora los propios dueños del negocio podrán viajar sin recurrir a mis servicios”, manifiesta una joven abogada que pasa la mitad del año entre Panamá, México y Miami para abastecer una tienda ilegal de ropa en Centro Habana.

Ella explica que sobre todo trae de la Zona Franca de Panamá prendas de marcas conocidas, productos de aseo personal y electrodomésticos. “Ahora tendré que cambiar de negocio y buscar otras personas que me paguen el viaje para comprar lo que necesiten”, asevera a la salida de la biblioteca de la Universidad de La Habana.

El destino Panamá se hace más asequible además por las dificultades para adquirir una visa a México desde La Habana. En ocasiones no funciona el sitio web de la embajada o existe mucha demora con el turno para las citas. Pero tras obtener el permiso de viaje se cuentan por cientos los cubanos que han decido no regresar al país para emprender una nueva vida en México.

Un abogado consultado por Cuballama explica que esta situación es muy poco probable que ocurra en Panamá. Allí las leyes migratorias son muy estrictas y son mínimas las posibilidades de que un cubano pueda quedarse definitivamente tras entrar como turista”. No obstante, aclara, pudiera obtener la residencia permanente por algún motivo específico.

Las nuevas medidas para flexibilizar el flujo migratorio de los cubanos han creado tantas expectativas que el propio presidente panameño salió a explicar la nueva política migratoria. “Nuestros consulados están saturados por el interés de visitar a Panamá para compras y turismo”, manifestó Juan Carlos Varela y explicó que ese era el principal motivo para decidir flexibilizar la política migratoria con Cuba.

Sin embargo, es evidente aunque no se mencione por lo claro, que las autoridades panameñas no quieren dejar pasar la oportunidad de que los cubanos sigan dejándole a la nación por concepto de compras y turismo unas ganancias que crecen vertiginosamente y que, sin duda, podrán incrementarse en los próximos años a un ritmo muy acelerado.

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