Cuba
Cubana en Brasil crea refugio para migrantes
“Siento que debo hacer lo mismo que hice, dar la oportunidad a otras personas de sobrevivir después de que han dejado su país, su familia y llegar a otra tierra que no conocen”, dijo la cubana quien apenas lleva dos años viviendo en Brasil.
La cubana Rani Cruz creó recientemente un refugio para migrantes en Brasil y asegura que ayudar a sus compatriotas cubanos es un sueño hecho realidad.
“Se lo que es estar sin un techo”, dijo la cubana a los medios, al hablar del refugio ubicado en Baixada do Habitasa.
Instantes después relató al medio Globo que ella pasó “por la misma situación que están pasando”.
“Siento que debo hacer lo mismo que hice, dar la oportunidad a otras personas de sobrevivir después de que han dejado su país, su familia y llegar a otra tierra que no conocen”, dijo la cubana, quien apenas lleva dos años viviendo en Brasil.
Rani recordó cuando llegó a Brasil. Durante tres meses estuvo alojada en la Casa de Apoyo de Irineu Serra. Gracias a la ayuda de una pareja salió de ahí, consiguió un trabajo y un apartamento y comenzó una nueva vida. Posteriormente, a su esposo también “le salió un trabajito”, y todo se les hizo más fácil.
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Llegar a un país extraño y no tener un techo para dormir o comida para comer, es para cualquier migrante la más terrible de las pesadillas. Sobre todo si en el país de acogida se habla una lengua distinta a la tuya.
A pesar de que el portugués y el español se asemejan, estos migrantes cubanos y dominicanos seguramente han conocido de cerca la frustración que implica, por ejemplo, no poder encontrar un trabajo precisamente por no hablar el idioma. En casos así, solo la labor manual, los trabajos físicos, suelen ser los que acogen a los migrantes descalificados.
Limpiar el piso, los baños; trabajar en la construcción, en almacenes o en la agricultura es por lo general “la suerte” que algunos pueden encontrar en tierras donde no hablar el idioma es el primero de los impedimentos.
Un refugio de amor en Baixada do Habitasa.
Ubicado en Baixada do Habitasa, y fundado con el objetivo de brindar ayuda a los extranjeros que buscan una mejor vida, recibe actualmente donaciones de varias personas.
Gracias a la ayuda de otras personas que colaboran Rani puede darle a esas personas al menos lo indispensable: un techo.
“Cuando llegaron aquí a Brasil, la casa estaba vacía y recibimos donaciones de amigos que se han unido y han estado asistiendo y también de otros que han estado ayudando en este proceso”.
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