Coronavirus Cuba
Llegó el polvo del Sahara: los cubanos ahora necesitan gafas oscuras
“Oye, esto es una cosa detrás de otra. ¡No escampa, compadre; no escampa!”, dijo entre risas desde Cuba una colega, quien reparará sus viejas gafas oscuras Gucci para poder salir a la calle y enfrentarse a la nube de polvo del Sahara.
Además de nasobucos y alimentos para comer, los cubanos ahora necesitarán gafas oscuras, al menos por unos días, si es que quieren salir a la calle a “forrajear” y “luchar la yuca”, que como bien expresa desde La Habana una colega, “está muy mala”.
La colega, que pidió no ser identificada por temor al Decreto Ley 370, aclara que su esposo que es médico casi que le ordenó conseguirse unas gafas oscuras si es que pretendía salir a la calle.
“Ya no sé qué más puede molestarme de este país; por suerte esto va a durar unos días nada más,” manifestó vía telefónica.
L.S dice que sus padres, ancianos ambos, recibieron la orden de quedarse en casa y no salir a nada.
“Les pedí que cerraran todo; los pobres, ya están muy viejos y de milagro escaparon del coronavirus, porque estoy segura que las gotas debajo de la lengua no los ayudaron en nada,” relata con conocimiento de causa. Su esposo asegura que la famosa medicina homeopática es “un fraude”.
L.S dice que ahora ni siquiera puede salir al balcón a tender.
“Con ese polvo, tendré que inventar una soga y ponerla de lado a lado, aquí en la sala, y echar a funcionar el ventilador. Oye, esto es una cosa detrás de otra. ¡No escampa, compadre; no escampa!”, expresó entre risas.
Muchos santiagueros se apegan al uso del nasubuco y de gafas oscuras como medidas de protección contra las partículas de polvo. Foto: Betty Beatón
L.S dice que ahora, además de tener que hacer magia con los números -salario- para comprar alimentos, deberá disponer de unos CUC para comprarse unas gafas oscuras, o buscarse quien le repare unas viejas Gucci que tienen una de las patas partidas.
Sacando cuentas, apunta que lo más barato es comprar un scotch tape, y pegarle la pata.
“Aquí lo que no puede pasar es que yo me enferme con el polvo del Sahara ese,” exclama mientras lamenta que conocerá “Egipto” sin visitar las pirámides.
por Roberto A.
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