Cuba no cuenta con tecnología para confección de lentes de contacto bifocales

¿Las famosas ópticas en divisa tampoco poseen estos lentes de contacto bifocales? Porque una cosa es “el país”, y otra muy distinta “el país en CUC ” dentro del país.

El caso de Carlos Castro Valdés, un anciano de 78 años residente en el barrio habanero de Luyanó, nos llevó a conocer que Cuba aún carece de la tecnología para  la confección de lentes de contacto bifocales, un hecho que algunos cubanos conocen por cuanto casi siempre quien precisa de ellos se ve obligado a mandarlos a buscar con alguien “que venga de afuera”.

El hecho se reveló ayer miércoles en la columna Acuse de Recibo que lleva, en el oficialista Juventud Rebelde el periodista Pepe Alejandro.

Se conoció gracias a que el doctor Carlos Alberto Martínez Blanco, director provincial de Salud en La Habana, se decidió a responderle al anciano su queja, planteada el pasado 30 de mayo en la columna de marras.

Si bien el caso desborda desconocimiento por parte de la doctora que le prescribió los lentes de contacto bifocales a Carlos, y desconocimiento por parte de los trabajadores del laboratorio de lentes de contacto, sito en 19 y 4, en el Vedado, conviene preguntar porqué, después de tantos años de “potencia médica” Cuba aún no ha adquirido la tecnología para fabricarlos.

También queda una duda: ¿las famosas ópticas en divisa tampoco poseen estos lentes de contacto bifocales? Porque una cosa es “el país”, y otra muy distinta “el país en CUC ” dentro del país.

Para colmo de males el caso de Castro Valdés se complicó porque en el laboratorio hacia dónde lo mandaron erróneamente y donde erróneamente también leyeron la prescripción, los equipos para la confección de los lentes bifocales estaban rotos.

Por si fuera poco, a pesar de que al anciano se le recomendó que llamara todas las semanas para saber cuándo comenzarían a elaborarlos los lentes bifocales – recordemos que a él se los prescribieron de contacto – al parecer algún empleado se aburrió de estar dando la misma respuesta a tantas personas y la emprendió contra el anciano.

Una comisión provincial debió visitarle y afortunadamente hallaron una solución. Primeramente se le entregó un par de espejuelos con su graduación, bifocales. Y luego se le confeccionaron unos lentes de contacto de gas permeable que ya este tiene en su poder.