Cuba: Hasta cuatro años de cárcel por compartir fake news sobre el COVID-19

Cuba parece empeñada en aplicar la ley mordaza a los cubanos, esa ley española tan criticada en los medios de difusión en la isla, y ha sacado a uno de sus sabuesos más jóvenes, Michel E. Torres Corona a echarle miedo a la gente, orientado por el Partido Comunista de Cuba, y en el periódico oficialista Granma, han publicado una nota en la que se asegura que se podría castigar con hasta cuatro años de cárcel a las personas que difundan noticias falsas o predicciones maliciosas sobre el coronavirus. Es decir: si Usted se equivoca y da un click mal dado y comparte una noticia falsa pudiera incurrir en esta pena.

Al menos eso deja entrever en la nota orientada por el órgano oficial del PCC, que como conocemos es la fuerza rectora del país y quien guía al gobierno cubano –y de paso le hace el trabajo sucio– para echarle más leña a un asunto de por sí complicado.

“Nuestro Código Penal establece sanción de uno a cuatro años de privación de libertad al que «difunda noticias falsas o predicciones maliciosas tendentes a causar alarma o descontento en la población, o desorden público”, reza la publicación de Torres Corona – un internauta que se ha ganado el afecto del Departamento Ideológico del Comité Central del Partido – en su nota aparecida en el día de hoy en Granma.

“La Ley prevé y sanciona este tipo de comportamientos”, resalta el artículo que sin dudas constituye un dilema interesante, porque si hay un medio que difunde noticias falsas y noticias no muy bien explicadas del todo, y hasta con faltas de ortografía y redacción evidentes es ese: el Granma.

Dislates a un lado, es interesante el modo en que el autor del artículo sale “con el machete aguerrido” amparado por la cúpula dirigente del Granma a intentar poner freno al flujo informativo entre cubanos a través de la red social de Facebook y Twitter principalmente.

A partir del análisis hecho por este joven oficial de la contrainteligencia en la isla y graduado de la asignatura de Derecho con no muy buenas notas, cualquier cosa que no sea “Oficial” puede ser peligrosa compartirla. Claro, si eres cubano y resides en la isla. Es más, muy probablemente, si eres ciudadano cubano residente en el extranjero, hasta pudieras enfrentar cuatro años de cárcel si haces share en algo que no fue orientado por el PCC o salido en alguno de los medios oficiales, todos parecidos y solo diferentes en la sección de entretenimiento o deportes. ¿Acaso hemos olvidado la amenaza que le hizo “la quinta mejor policía del mundo” al hermano de la actriz Ana de Armas?

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¿De dónde y por qué ha salido esta “advertencia”?

Desde hace un buen tiempo, y con la entrada de la internet a la isla, los internautas comparten información alternativa a los medios oficiales de la isla. En algunos casos es información “inocua”, en otros no tanto, si la miramos con los mismos ojos con los que el PCC mira todo lo foráneo que se divulga en el país de modo “alternativo”; pero desde que el coronavirus irrumpió en la vida de todos los habitantes de este planeta, no pocos cubanos residentes en el exterior y otros residentes en la isla, todos con dos dedos de frente, decidieron hacerle frente al “interferón” y a la propaganda sobre las fortalezas del sistema de salud cubano – la llamada medicina preventiva, los miles de médicos graduados listos para exportar, y los estudiantes para hacer pesquisaje – y se animaron a compartir noticias salidas desde China, España, Italia, fundamentalmente, para prevenir  a los suyos sobre la pandemia del COVID-19.

Un vistazo a no pocas emisiones del Noticiero Nacional de Televisión nos arroja una verdad indiscutible: en cada emisión, sobre todo en las primeras, el aparatachik del PCC orientó que las noticias se enfocaran en despretigiar el sistema de salud de España e Italia, países capitalistas desarrollados, pertenecientes a la OTAN y a contrastarlos con el sistema de salud cubano. En el caso de China, país amigo y aliado, el problema del coronavirus – dijeron – fue elaborado en un oscuro sótano de la CIA. Eso dijo – sugirió – el Granma. Cuba, contra todo esta “histeria” – tal y como la calificó la periodista oficialista del NTV  Thalía González – , oponía un sistema de salud seguro, una frontera segura, y no había motivos para preocuparse. De aquellas primeras emisiones, de aquellos primeros reportajes, se desprendía que Cuba tenía un blindaje perfecto contra la enfermedad, y aquellos que se alarmaban y pedían cierre de aeropuertos y escuelas en el país, eran más que nada unos “alarmistas”. Cuba tenía el interferón recombinante Alfa 2B, que alguien se encargó de divulgar que había tenido excelentes resultados en China, lo cual provocó que Nicolás Maduro dijera que Cuba tenía la cura contra el COVID-19.

De esa época primera se recuerdan  algunos audios que se hicieron virales en la internet, como fue el caso de una supuesta doctora del Hospital Calixto García -que se ha identificado como Laura-, quien advirtió sobre la urgencia de extremar los cuidados ante la difícil contención del coronavirus en Cuba desde la más absoluta sinceridad y decoro, y a quien los peones y alfiles del gobierno se encargaron de dilapidar.

En ese audio, que tiene ya ¿un mes de antiguedad? Laura afirmaba que su jefe había dado positivo al coronavirus y que se encontraba en terapia intensiva, y que se contagió tras haber atendido a dos pacientes en el hospital, por lo que suponen que entre los contactos de esas personas, debe haber mucha gente que es positiva y no lo sabe.

“No es histeria, la gente se está muriendo”, “Por favor, por favor, por favor, cuídense”, se oía decir en la grabación.

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El fatídico articulista del Granma dice ahora que en ese audio “no se cuestionaba la estrategia del Gobierno, sino que se tergiversaban hechos y se manipulaba información para dar la imagen de que no existía un verdadero control sobre los casos confirmados y que el Estado cubano no actuaba con transparencia”, y afirma además que ese material buscaba provocar pánico e histeria entre sus «oyentes» online.

Lo curioso es que todo lo que dijo esa doctora “Laura” en el audio, y que el “Departamento de Choque” se encargó de rebatir y descalificar – con su cuota peyorativa de ofensas correspondientes de algunos internautas fieles al proceso – ahora han sido confirmadas por el ministro de Salud Pública.

Otro audio de “esa época” cuestionaba porqué Cuba no cerraba sus aeropuertos, a lo que ahora, el joven Torres Corona dice que es jugar “a la politiquería” cuestionar públicamente el robusto sistema de sanidad cubano.

En este otro audio, no sin razón, la “denunciante” una bióloga, expresaba que en la isla “no están teniendo en cuenta que más del 50 por ciento de los casos de contagio se producen de forma asintomática. Puedes tener a un turista entrando desde Milán en fase asintomática que puede contagiar a un montón de personas e incluso mantenerse con síntomas de un resfriado pequeño porque no todo el mundo desarrolla síntomas graves. Sobre esa personas no existe ni puede existir ningún control”.

Por supuesto, estos dos audios absolutamente salido de mentes profesionales no tienen manera de rebatirse, (de muestra un botón: ese audio de la bióloga “pedía” dos cosas a las que luego accedió hacer el gobierno) pero, un tercer audio salido de “Radio Bemba” que como sabemos no es ni contrarrevolucionaria ni revolucionaria, sino simplemente Radio Bemba, en el cual se hablaba de unos doctores falsos que iban casa por casa suministrando goticas venenosas a la población, le dio pie al articulista del libelo oficialista para, cual clavo caliente ad hoc, desparramar su idea de los cuatro años de cárcel. Pero, ¿quién controla a Radio Bemba? Radio Bemba ha existido siempre, sin coronavirus pero con dengue, y ha sido la alerta temprana y el buen tino quien ha puesto siempre a Radio Bemba en su lugar. Radio Bemba, es bueno recordarlo, no es exclusiva de Cuba.

Está más que claro que el Granma ha intentado comparar este último audio salido de Radio Bemba con el criterio de una doctora del Calixto García. Probablemente, aunque no explícito, piensen que los posts orientativos del joven biólogo cubano Amílcar Pérez Riverol también sean “de la misma calaña”, y para responsabilizar a alguien de todas estas “noticias falsas” – digamos, no salidas del lugar “adecuado” – han encontrado un culpable: Internet.

Sí, Internet es el culpable de la cantidad de noticias falsas que se divulgan sobre el coronavirus. O eso quiere creer Granma y hacernos creer a nosotros.

Para una población desconectada en su inmensa mayoría, para otro grupo grande de internautas que llegaron tarde a la era tecnológica, no hay nada más peligroso que enfrentarse a la Hidra de Lerna del HTTPS – lo cual además es un desperdicio de dinero – y es por ello que el articulista señala de manera cándida y altruista, él, que no gasta un centavo en CUC para tener Internet en su celular, pues le dan 300 minutos y 10 Gbs gratis todos los meses, que “esa vulnerabilidad debe ser enfrentada con la oportuna divulgación de la verdad en nuestros medios y el llamado de conciencia a solo prestar atención a la información veraz y contrastada que proporcionen fuentes legítimas”.

“Ojalá que, ya rebasada esta pandemia, el pueblo cubano termine por inmunizarse, no solo del virus sino también de ese otro flagelo que es la desinformación“.

Y concluye:

“Así le estaremos cerrando una brecha importante a ese gran enemigo histórico que siempre busca un resquicio por donde inocular su veneno“.

De todo este panfleto pernicioso y oscuro, redactado de manera escueta y faltando a la verdad y los hechos, sin explicar bien de dónde y porqué ha surgido cada cosa, se desprende que al Partido Comunista de Cuba le interesa ponerle coto a la información “alternativa” con cuatro años de cárcel para el que se equivoque en hacer click. No pocos tanques pensantes dentro de la política cubana apuestan por volver a la época de la urna de cristal – ah, benditos años donde ni siquiera existía el ARP – en la que nada se escapaba y nada entraba sin pasar por el llamado “filtro”.

Una buena idea – si nos vamos a poner en la piel del diablo – sería quitarle el Internet a todo el mundo, porque si alguien encuentra la cura contra la desinformación, contra el mal tino, contra los fake news, a nivel nacional no, sino a nivel mundial, estaríamos hablando de alguien que ahora mismo sería portador de la más poderosa vacuna.

Sin dudas esos cuatro años de cárcel prometidos no impedirán que una persona poco ducha en el manejo informativo comparta lo que no deba ser compartido.

En esa gata han caído hasta expertos, y tememos que estos cuatro años anunciados por el vidente Corona – vaya apellido para estos momentos – serán bien selectivos. Bien selectos. Seleccionados “enemigos”.

por Ariel P.