Cuatro personas muertas en tiroteo ocurrido este lunes en un hospital de Chicago

Un oficial de policía, el disparador y otras dos personas muertas es el saldo preliminar de un tiroteo ocurrido este lunes en un hospital de Chicago, apenas unas semanas después de que todo el personal del centro asistencial participara en un simulacro de “tirador activo”.

El pistolero, nombrado Juan López dio muerte a dos trabajadores del centro y un policía antes de ser abatido por las balas dijeron diversas fuentes, quienes recalcaron la importancia de haber efectuado el simulacro semanas antes, sin el cual el número de muertos hubiese sido mayor. Las autoridades del hospital dijeron que “todos sabían lo que tenían que hacer cuando ocurrió” y que si la matanza no fue mayor fue debido a este hecho.

“Todos hicieron lo que fueron entrenados para hacer”, expresó Michael Davenport, director médico del Mercy Hospital, lugar donde ocurrió el tiroteo.

López, de 32 años, disparó a su ex prometida, la Dra. Tamara O’Neal, cuando esta se encontraba terminando su turno de trabajo, y al ver que un policía se acercaba disparó y dio muerte a este también antes de balear Dayna Less, una residente de enfermería de 25 años de edad. El oficial de la policía, de 28 años, fue identificado como Samuel Jiménez.

The procession for Ofc. Jimenez has begun. CPD and our federal and state partners pay our final respects to a hero. pic.twitter.com/f28V2x8l9G

— Chicago Police (@Chicago_Police) November 20, 2018

Instantes después López corrió hacia dentro del hospital disparando su arma, pero fue enfrentado por otros oficiales de policía que le dieron muerte.

Steven White, un paciente que estaba cerca de la entrada de la sala de emergencias cuando se produjeron los disparos, dijo que un oficial de policía entró en el área y les dijo a todos que se quedaran abajo. White dijo que al menos 20 pacientes estaban en el espacio cerca de la entrada de la sala de emergencias cuando el hombre armado abrió fuego contra su ex prometida.

La Dra. asesinada fue recordada como la persona más “fascinante y trabajadora” por parte de su jefe, el Dr. Patrick Connor, presidente del departamento de emergencias del hospital.

Connor agregó en su testimonio que la víctia era “la mejor persona de todos los tiempos”, y recordó que como ella recaudaba dinero anualmente para ayudar a pagar los útiles escolares para los niños desfavorecidos de la zona.

Jiménez, el oficial asesinado en la escena, había entrado a trabajar en el Departamento de Policía de Chicago hacía apenas dos años.

Estaba casado y era padre de tres niños pequeños. Se encontraba cerca del lugar y fue corriendo hacia los disparos para ayudar a salvar vidas. Este acto heroíco fue el último que pudo hacer en vida.