Confirman otro asesinato de una mujer en Cuba

Otro asesinato de una mujer en Cuba viene a recordar que los problemas de la violencia de género y los feminicidios constituyen el elefante en la habitación que el gobierno de la isla no quiere ver.

Una maestra de Pinar del Río -de unos 50 años- fue víctima de su esposo, en un nuevo asesinato de una mujer en Cuba que ha sido confirmado por medios y plataformas independientes.

“El esposo la golpeó con un martillo en la cabeza; estaba bebido y había comenzado a celarla”, contó a 14ymedio un vecino de la fallecida que respondía al nombre de Cándida Rodríguez, y que murió el sábado pasado.

Según el portal, el hombre se dio a la fuga después de cometer el crimen y al día siguiente fue arrestado por la policía.

La mujer era profesora auxiliar de la escuela primaria Frank País, que se encuentra en el reparto Raúl Sánchez perteneciente al Consejo Popular Ceferino Fernández, en la misma ciudad capital de la occidental provincia.

Poco después, este nuevo asesinato de una mujer en Cuba fue confirmado en Instagram por Yo sí te creo en Cuba, plataforma de acompañamiento a víctimas de violencia machista.

Antes del caso de Pinar del Río, se conoció que una madre de solo 22 años fue víctima de su expareja en el municipio Boyeros, en hechos que ocurrieron el pasado 6 de junio en el barrio de Río Verde.

“Deja una hija pequeña, fruto de la relación con el agresor, a la que le enviamos nuestras condolencias, así como a familiares y amistades. Llamamos una vez más a las comunidades a romper el silencio cómplice, a no juzgar a la mujer porque vuelve con el maltratador: no es masoquista, está atrapada en el ciclo de violencia y necesita ayuda especializada. La PNR debe crear vías de denuncia seguras para terceras personas, y garantizar la protección de las y los denunciantes”, explicaba Yo sí te creo Cuba

El portal 14ymedio afirma que, hasta este momento, la muerte de Cándida Rodríguez sería el feminicidio número 21 del que se tiene conocimiento en la mayor de las Antillas, en cifras que las autoridades mantienen en silencio pese al reclamo creciente por una Ley Integral de Violencia de Género.

Julio Linares