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Cuba

Comparaciones beisboleras: ¿Rafael Orlando Acebey o Eduardo Cárdenas?

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Rafael Orlando Acebey y Eduardo Cárdenas
Foto: collage Cuballama

Hoy llegan a la sección comparaciones beisboleras dos defensores de la llamada “esquina caliente” que hicieron historia en la pelota cubana durante dos décadas.

Tanto Rafael O. Acebey como Eduardo Cárdenas brillaron en su momento con diferentes herramientas, pero a ambos los distinguió la total entrega que siempre tuvieron para este deporte.

Campeones nacionales con sus equipos provinciales en más de una ocasión, dejaron su impronta en su paso por los campeonatos domésticos, ya sea por la capacidad de producir a la ofensiva como por sus manos prodigiosas para proteger la tercera almohadilla.

Si tuvieras que elegir solo a uno para que alineara en un desafío importante, ¿a cuál escoges? ¿Rafael O. Acebey o Eduardo Cárdenas?

Rafael Orlando Acebey

Natural de Villa Clara, este jugador sentó cátedra por sus increíbles jugadas defensivas, al punto de ser considerado por muchos especialistas y aficionados como el mejor y más espectacular que ha pasado por las Series Nacionales en sus momentos de máximo esplendor.

Fogoso, siempre activo, y concentrado en el juego de béisbol, fue tres veces campeón con el Villa Clara de Pedro Jova y entró en los libros de récords en la temporada de 1999 al ser el primer y único pelotero en estos campeonatos que fabricó un triple play sin asistencia y uno de los pocos que tuvo el privilegio de jugar junto a su hijo en el mismo equipo, en la campaña de 2004.



Aunque se le recuerda como un gran fildeador, también supo mover el bate, sobre todo con oportunidad. Promedió una vez para más de 400 en una Copa Revolución y en Series Nacionales bateó para 346 en su mejor año, además de producir más de cien imparables en la serie de 1998. En nueve ocasiones promedió por encima de 300.

Está entre los diez primeros en varios departamentos históricos entre los peloteros de Villa Clara, entre ellos el de anotadas (octavo con 783), el de hits (sexto con mil 615) y el de dobles (séptimo con 243)

En cuanto a los lideratos individuales, se llevó el de triples (27) en 1988, el de pelotazos (13) en 1997, y cuatro veces el de elevados de sacrificio entre Nacionales y Selectivas.

En 21 campeonatos promedió para 285 (5780-1649), con 138 cuadrangulares y 772 carreras remolcadas y a la defensa cometió 327 errores en 5 mil 747 lances para un average de 943 que para nada refleja su calidad como fildeador. Participó además en 402 jugadas de doble matanza, un número elevado para un antesalista.

Jugó en una época en la cual los defensores de esa posición abundaban en Cuba, y sin embargo, integró varias veces equipos nacionales a eventos de menor categoría con selecciones de segundo nivel.

Eduardo Cárdenas

Nacido en la Habana, tuvo que emigrar a Matanzas en busca de mayores posibilidades, y lo logró. En medio de una alineación plagada de grandes estrellas, ocupó el segundo turno de los Henequeneros y los ayudó a conseguir dos campeonatos nacionales consecutivos a inicios de la década del noventa del siglo pasado.

El “Pípuri”, como algunos lo llamaban, fue un jugador de mucho tacto, con una capacidad tremenda para conectar para terreno de nadie, rápido y de buenas manos a la defensa.

Participó en 19 Series Nacionales, 15 de ellas con los conjuntos matanceros. En trece ocasiones superó la marca de 300 y cinco veces conectó más de cien inatrapables.

En toda su carrera conectó 2 mil 77 hits en 6 mil 551 veces al bate, para un excelente promedio ofensivo de 317, incluidos 273 dobles, 23 triples y 28 jonrones. Además, impulsó 640 carreras, se robó 124 bases en 217 intentos, recibió 772 bases por bolas y solo se ponchó 433 veces.

A la defensa fue muy efectivo y logró dos guantes de oro en su carrera. Cometió 263 errores en 5 mil 455 lances para un average de 952 y participó en 457 jugadas de doble play, toda una hazaña para un defensor de su posición.

Varias veces integró la preselección nacional que se preparaba para eventos internacionales, pero se tuvo que conformar con la segunda selección (B), por la tremenda calidad de antesalistas que había por aquellos tiempos, incluido Omar Linares, de quien muchos coinciden ha sido el mejor pelotero cubano que ha pasado por las Series Nacionales.

Roque Díaz

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