La calle Galiano más cerca de la Vía Láctea

Texto y fotos: Lucía Paz

Cientos de habaneros se agolparon en la calle Galiano para ver la muestra Planetario, un regalo a la capital de la ciudad italiana de Turín

La calle Galiano fue una fiesta. La exposición Planetario, un préstamo a La Habana de la ciudad italiana de Turín, cubrió el techo de esta parte de la capital cubana de 16 franjas de luces inspiradas en las constelaciones de la Vía Láctea.

La muestra fue inaugurada frente al Teatro América y el enjambre de luces quedó desplegado a lo largo de esta populosa arteria. Cientos de capitalinos se reunieron para presenciar la instalación que se inscribe dentro de los homenajes a los 500 años de La Habana.

Muchas personas eligieron la constelación con la que se sentían más representados y se tomaban fotos debajo de las luminarias.

“Es una iniciativa muy bella. Le brinda a la ciudad otra imagen y perspectiva y cambia un poco su dinámica, al menos en este parte. Ojalá se realizaran más proyectos como este para que La Habana sea más hermosa”, dijo a Cubacomenta una joven de 19 años, que posaba para un selfie.

Planetario es una obra del artista italiano Luci d´Artista y sus luminarias son similares a las que se encenderán este jueves  mismo en la plaza italiana de San Carlos, para recordar los 500 años de la muerte del maestro Leonardo Da Vinci. Se contó con la colaboración de la Agencia para el Intercambio Cultural y Económico entre La Habana y Turín, y de la Fundación Turín Museos.

Las personas se dieron cita desde temprano para asistir. “Es como si la Navidad  se hubiera adelantado. Son muchos colores distintos que rompen la imagen oscura que tiene muchas veces la ciudad, que necesita mayor iluminación, más belleza”, explica un médico que se desplazó hasta la avenida junto a esposa y sus dos hijos pequeños.

La calle Galiano es una de las más céntricas de Centro Habana. En el corazón de esta arteria capitalina queda la Casa de la Música, donde se presentan famosas agrupaciones de música popular bailable, y el mencionado Teatro América, uno de los históricos centros culturales del país.

Las personas revoloteaban debajo de las luces después de quedar abierta la exposición. Se tomaban de las manos para atesorar su imagen en los celulares, buscaban los mejores ángulos para inmortalizar el momento, y le daban luz verde a la imaginación para capturar esta línea de luces que hermanó en la noche del miércoles a La Habana con Turín.

Entre los curiosos también había turistas italianos que no querían perderse la impronta de la ocasión. “Siempre he admirado Cuba, su música y su cultura. Es una ciudad que respira arte a pesar de las dificultades, de las necesidades económicas. Creo que los cubanos no deberían pasar por estos problemas diarios porque tienen mucha creatividad para superar las crisis. Es un pueblo que necesita apoyo y diálogo entre todos”, refiere en un español casi perfecto Sandro, un italiano de unos 30 años que viaja a Cuba dos o tres veces al año.

Una hilera de fotógrafos se desplaza por todo Galiano con las cámaras en las manos para tomar la mejor instantánea. Hay fotorreporteros de agencias de prensa internacionales y cubanos. Se paran en las esquinas mientras dos jóvenes se besan. Los fotógrafos disparan y la imagen seguramente le dará la vuelta a las redes sociales, sobre todo porque a los profesionales se sumaron varios jóvenes con celulares de alta gama.

También hay periodistas de medios independientes que hablan con las personas, les interrogan sobre la exposición y casi todos escuchan elogios sobre este proyecto.  “La Habana necesita luces, imaginación, creatividad. Necesita también que estos proyectos se esparzan por toda la ciudad, por todos los rincones. Los cubanos están ansiosos de encontrar belleza en sus raíces, en la capital que habitan, para aliviar un poco la fealdad de las edificaciones ruinosas y de las montañas de basura que crecen en cada esquina”, manifiesta Luis González, un diseñador que trabaja en un establecimiento privado en el Centro Histórico.

Cuentan que la calle Galiano se llamó originalmente Avenida de Italia. Aunque muy pocos saben este dato histórico. Nos lo revela una anciana que nos abrió las puertas de su casa para tomar unas fotos desde el “cielo”. “¿Verdad que son hermosas las luces?”, me pregunta. La respuesta se percibe a través del paisaje desde su ventana. “Es hermoso, sí”. Ella ríe y sigue viendo la televisión tras disfrutar las constelaciones, cuyo resplandor casi se cuela por su ventana.