Cajeros automáticos en La Habana, sin dinero y rotos

Dos cajeros automáticos fueron movidos una cuadra del lugar en que estaban y ahora están rotos, y para colmo, ni dinero tienen para dar.

La noticia la trae Tribuna de La Habana. Varios cajeros automáticos en la capital del país no están ofreciendo sus servicios, porque o se encuentran rotos o no tienen dinero para expender al público.

En un artículo titulado “Cambio… para mal”, el articulista Roly Montalván invoca las palabras de su gobernante Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez y se pregunta: “Cuando se van a efectuar estos cambios ¿no es para que queden en mejores condiciones?”

Montalván, quien parece no ha aterrizado aún en el país en el que está viviendo y en el cómo son “los arreglos” que se ejecutan en Cuba, no solo en los cajeros automáticos, sino en casi todo, señala la existencia de dos de estos aparatos en Ayestarán y San Pedro cuyas condiciones de seguridad eran pésimas, pero “al menos uno de ellos cumplía su función principal: dar dinero en efectivo”.

Dice Montalván que hace unos meses fueron trasladados de lugar; más bien, una cuadra.

“Ahora tienen las mejores condiciones, un buen local, confort y belleza exterior, pero al final han dejado de cumplir su objetivo principal, al no poder los clientes casi nunca, por no decir nunca, extraer dinero. A uno de ellos le falta el teclado, el otro cuando no tiene comunicación, no tiene dinero o no puede hacer su entrega,” explica el periodista.

Este se pregunta: si antes –a una cuadra– funcionaban, ¿cómo ahora no?

La respuesta a Montalván pudiera ser esta: como casi todo.

A menudo “los cambios” en Cuba son precisamente todo lo contrario de lo que se aspira. A este redactor no se le olvida como, en pleno período especial, la provincia de Cienfuegos era referente nacional en el sector de la Gastronomía y ello era posible, en gran medida, a la labor consecuente y ejemplar de su Primer Secretario, Nelson Torres.

Este, por sus resultados, fue movido a Ministro del Azúcar y en el puesto duró menos que lo que dura un merengue en la puerta de un colegio, mientras los destinos gastronómicos de la provincia de Cienfuegos pasaron a manos de Manolito “Miel de Purga”, un dirigente que en pocos meses echó por tierra todo lo logrado por Nelson Torres.

Ariel P.

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