Cafetería estatal aumenta hasta el precio del pan con pasta

Una cafetería estatal en Varadero multiplica el precio de sus productos por cinco y ahora, un pan con pasta que antes costaba 3 CUP, cuesta 15.

Un pan con mortadella que costaba 7 CUP, ahora cuesta 35.

Una cafetería estatal que se encuentra localizada en las afueras del Aeropuerto de Varadero, a la cual suelen acudir los trabajadores de esa terminal aérea a consumir productos ligeros en moneda nacional o a mejor precio, subió, como parte del “ordenamiento”, el valor de los productos que allí se adquirían y ahora parecen precios gourmet de cafetería en París.

La imagen es más que elocuente. En la cafetería estatal un pomo de agua de 33cl cuesta ahora 11 CUP. Un refresco, de igual tamaño, 60 CUP. Una cerveza Cristal 100 pesos.

Para algunos trabajadores del Aeropuerto de Varadero, estos precios parecen una bicoca, pero para otros no. Estos últimos son los que más protestan, y lo hacen con motivos.

El pan con pasta subió de 3 CUP a 15; el pan con mortadella a 35 CUP, y en los oídos de ellos suena el tema de Juan Luis Guerra: “El costo de la vida sube otra vez…”

“Ya no podemos ni merendar”, dice la fuente, trabajador del aeropuerto, pero de esos que no ve “la divisa” ni de refilón. Antes, explica, le daba la cuenta ir a merendar. Podía darse el lujo de comerse un pan con pasta o un pan con mortadella, pero a ambos los multiplicaron no por cero, sino por cinco. La cuenta, sencillamente, no le da.

Mientras ve bajar de los aviones de Europa a turistas ávidos de dorarse con el sol caribeño, “Armando” piensa que por suerte, en la capital de Francia no existe una cafetería estatal, ni al Estado francés se le ocurriría “estatalizar” las cafeterías.

También piensa que -confiesa- si en Francia subieran (multiplicaran) de un día para otro, el precio de los alimentos por cinco, de seguro hasta el Louvre cogía candela.

“Tampoco allá venden pan con pasta”, acota, y uno se pone a pensar que es cierto: que por más que uno crea o quiera creer que el paté es pasta, pues a los franceses les encanta comérselo con pan y galleta, este seguirá siendo caro, aunque no más caro, al parecer, que un pan con mortadella en una cafetería estatal de Varadero.

Ariel P.

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