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Cuba

Brayan Peña: el pelotero cubano que escapó por la ventana de un baño

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Brayan Peña conoció la libertad a través de la ventana de un baño. Su llegada a los EE.UU. tuvo lugar así, a través de la ventana de un baño; y esa veneración a la libertad, ese sentido de la diferencia entre estar dentro y estar fuera, el actual manager de los Tigres de Connecticut, equipo de Ligas Menores en EE.UU., busca enseñárselo cada día a sus pupilos.

Al menos así lo cree Dom Amore, un periodista que entrevistó al cubano en la cual trasciende el hecho de que Peña, obligue a sus atletas a salir del banco cada vez que escuchan el himno nacional de los EE.UU.

Mi regla más importante es que todo el mundo tiene que estar afuera para el himno nacional. Todos. No hay excusas. Porque hay tantas personas que se sacrificaron por mí para estar aquí hoy, para que tengamos esta libertad, para que podamos perseguir nuestro sueño y tener democracia. Tenemos que traerles respeto“, expresó.

Peña tenía apenas 16 años cuando, en 1999, le pidió a un compañero de equipo que entretuviese a un miembro de la seguridad de los que suele acompañar a las selecciones cubanas de deportes en sus viajes al extranjero, y escapó a través de la ventana de un baño. Sucedió en Venezuela. Tiempo después llegaría a los EE.UU.

Según Amore, “(Peña) se negó a mirar hacia atrás, seguro de que la familia que se sacrificaba para poder comer lo suficiente siempre lo entendería.”

Si piensas con tu corazón, será muy difícil tomar esa decisión“, dice Peña en la entrevista. “Tienes que entender, si dejas que tu corazón te dicte qué hacer, nunca daría ese paso. ¿Volveré a ver a mi familia? ¿Qué les va a pasar en Cuba? ¿Qué pensarán mis amigos y mi familia? Los voy a extrañar mucho. Pero cuando tomé esa decisión, dije: “Esto será lo mejor. Esto será para mi futuro, para el futuro de mi familia. Voy a trabajar duro, sacrificar lo que sea necesario para sacarlos de Cuba, sacarlos de la miseria, llevarlos a la libertad“. Por eso tomé esa decisión“.

A pesar de lo escabrosa de su fuga, a pesar de haber sido uno de “los primeros”, de ese “nefasto ejemplo” que incita a los “desertores”, Peña estuvo entre los peloteros cubanos de Grandes Ligas que regresó a Cuba en el año 2015 como parte de un intento de acercamiento entre las Grandes Ligas y Cuba. Ya habían pasado más de 15 años.

Diez años antes, seis años después de fugarse, su camino en Grandes Ligas comenzó a dar sus primeros pasos y firmes. Fue también el comienzo de un largo proceso para sacar a todos sus familiares de Cuba.

Del momento en que pudo sacar a sus padres, y encontrarse con ellos dice Brayan Peña:

Estuvimos tratando de recuperar todos los años que perdimos“.

En ese momento y esos abrazos, estábamos tratando de decirnos cuánto nos queríamos y extrañábamos. Fue una sensación increíble. Los dejé siendo un niño y volví a ellos como un hombre adulto, un hombre que tomó una decisión por su cuenta“, explica el atleta en la entrevista.

Hoy, dice, 23 de sus familiares viven en los Estados Unidos, todos en el proceso, la mayoría de los cuales han completado el proceso para convertirse en ciudadanos, como hizo Brayan.”

Recientemente retirado y promovido como director de un equipo, Amore dice que Peña intenta colegiar como manager todas las experiencias adquiridas a través de su carrera de 12 años en las Grandes Ligas, donde aprendió los secretos de ser manager escuchando gente como Bobby Cox en Atlanta, Trey Hillman en Kansas City, o Jim Leyland en Detroit.

Sin embargo, y sin demeritar el conocimiento de ellos tres, Peña – dice Amore- tiene su estilo, que “se basa en todo lo que aprendió viendo a sus padres como educadores en las peores condiciones.”

Creciste aprendiendo cómo sus estudiantes los amaban”, dice, “y cómo aprecian lo que hicieron por ellos. Especialmente en Cuba, debe hacer lo que sea necesario para que sus estudiantes obtengan una mejor educación. Vi a mi madre llorar porque tenía las manos atadas. Ella quería hacer más“.

De sus coterráneos de Grandes Ligas, Brayan Peña expresa:

Somos una comunidad muy pequeña pero muy poderosa, porque creemos en lo que podemos aportar. Creemos que estamos haciendo algo grandioso. La próxima generación que viene, la “próxima ola”, lo llamo, entienden que estamos progresando, tratando de abrirles la puerta. Poco a poco, estamos pasando la antorcha. Muchos de ellos, incluso los jugadores más jóvenes que no conozco, aprecian lo que hice, la forma en que me manejé durante mi carrera como jugador. Eso es lo que quieres, para que entiendan la forma en que entiendo por lo que pasó Luis Tiant, por lo que pasó Minnie Minoso, por lo que pasó Tony Oliva, Tony Pérez. Son los pioneros del movimiento“.

Amore dice que Peña no quiere que otro atleta cubano tenga que escaparse a través de la ventana de un baño para conocer la libertar, y expresa sobre el acuerdo entre Cuba y las Grandes Ligas.

Creo que el futuro será brillante, pero definitivamente el gobierno cubano tendrá que hacer cambios”. No soy político, pero no soy una persona ingenua. Yo creo en los Estados Unidos. Creo en lo que los estadounidenses predican. Yo creo en la libertad. Yo creo en la democracia. Cuando has tenido todo eso, te das cuenta de que la gente en Cuba está sufriendo. Están muy lejos de la realidad, muy lejos de la democracia. Siento que mi gente merece algo mejor. Y creo que el béisbol es una herramienta enorme y poderosa para hacer que las cosas sucedan“.

Entrevista completa con Brayan Peña en el siguiente enlace


 

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