Bocarriba: música para que se desmoñingue

Los ocho jóvenes cubanos que forman la banda Bocarriba fusionan estilos para lograr una sonoridad especial. Buscan grabar su primer disco

Bocarriba no tiene grandes aspiraciones. Los jóvenes músicos se conforman con lograr el disfrute de la multitud: “Surgió de una broma entre nosotros y se quedó como slogan. Representa las intenciones de la banda: lograr que el público se divierta, sude, se despeine… En fin, que se DESMOÑINGUE”.

El baterista Bruno Barreto, director; Julián Rodríguez en el piano; Jorge García en el bajo; el guitarrista Dariel Robaina; Edel Jamir, trompetista; y los cantantes Machiran Sotomayor (Soto), Brayan Timirau (A.K.A) y Víctor Valdés componen el grupo.

Tributando al empoderamiento femenino, la estudiante de Arquitectura Grettel Camejo se encarga de “domar” a los ocho caballeros. Es la productora del grupo. “Mi primer contacto fue con Machiran y Brayan, en unas convenciones de música y marketing organizadas por AM-PM Magazine. Quedamos en vernos par de veces, pero en aquel entonces la banda estaba un poco regada y yo tenía mis recelos, pero nos pusimos entre todos para sacar Bocarriba”.

En la azotea del espacio de arte Irreverencia, de la actriz española Eva González Guerrero, los ocho muchachos acoplan sus intereses musicales, formando una mezcla explosiva de varios estilos. Dentro de la fusión alternativa, se mantiene el rap como elemento principal, el cual se mezcla con música cubana, pop, funk, jazz, bossa. Bruno Barreto nos explica los orígenes del grupo: “El bajo, la guitarra, el rapero y yo somos los fundadores. Veníamos los cuatro de un grupo de rock que se desintegró. Decidimos hacer una propuesta musical propia. Compramos los instrumentos y empezamos a trabajar bajo el nombre Real Criterio, haciendo rap principalmente. Cuando llegó Soto nos abrió los horizontes”.

De ese modo comenzó a sumarse gente. La mixtura creada por los integrantes de academia y quienes no lo son, dotan al trabajo de la banda de una sonoridad especial.

Brayan, uno de los vocalistas, defiende el rap español, Orishas y el funk como sus principales patrones: “Yo no tengo una formación académica, mas comencé a trabajar en el fruti lub y a crear mis propias pistas, de manera autodidacta. En el grupo incluí todas mis pistas archivadas, y funcionan con el formato. Alguien me dijo una vez que para hacer música, dejando a un lado los patrones, hace falta que suene bien. Si eso pasa, lo demás funciona. Eso lo defendemos a toda costa”.

Machiran incluye en la lista a muchos compatriotas. Proveniente de la Schola Cantorum Coralina, se declara “enamorado de la música cubana. Son referentes para mí el trabajo de Robertico Carcasés e Interactivo, Habana Abierta e Irakere”, dice. Cultura Profética, Kase. O, Anderson Paak o Mac Miller también engrosan la lista.
“Somos un gran potaje de influencias y cada uno aporta las suyas a su manera. En mi caso, la trompeta es un instrumento de sonoridad fuerte, de timba, son, música tradicional, y llevarla a una banda con un formato de Rock y un teclado, onda los 80, es complicado. Julián incluye, regularmente, muchos arreglos. Cuando nos da un tema, tenemos que consensuar la manera de hacerlo más potable para el público en general, sin que el producto deje de ser bueno”, define Edel.

Víctor es, sin dudas, el showman de la banda. Cuando no está rapeando, baila sin parar durante todo el concierto: “Es sentir el ritmo y los pies se me van solos. Yo era el fan número uno de la banda, iba a todos los conciertos, ayudaba con todo y me convertí en el utilero ocasional. Un día, me invitaron a cantar y no me fui más”.
Las letras también vienen de Brayan: “Él tiene letras para aburrir. Va escribiendo y guardándolas para futuros temas. Machiran se encarga de añadir la melodía. Generalmente, todos colaboran con los coros”, explica Julián.

A pocos meses de creada, la agrupación tiene grandes metas: “Ahora lo más importante es grabar nuestro primer disco, con el cual pretendemos ingresar en la plantilla de la Asociación Hermanos Saíz. Además, participar en festivales a lo largo del país, conseguir una disquera y patrocinadores. Todo lo que sea trabajo”, define Grettel.

-Una última pregunta, ¿por qué Bocarriba?

“La agrupación tuvo varios nombres, muchos de los cuales duraron horas. De esa etapa me llevo las largas conversaciones de Whatsapp, debatiéndonos entre Trending Topic o Eunoia, entre otros. En un bar, Soto y yo tuvimos la idea”.

“El nombre es una expresión de gozo. Cuando el público está en un concierto, generalmente los músicos le quedan un tanto por encima, por lo que se ven obligados a inclinar la cabeza hacia atrás para admirar bien o corear las canciones. Ese es un momento de disfrute supremo para nosotros”, finaliza Jorge.

María Carla Prieto