Anciana pierde 73 mil dólares por guardarlos en “lugar seguro” (video)

Sucedió en Malasia. Una anciana pierde 73 mil dólares por meterlos dentro de una lata.

Una anciana en Malasia perdió casi todos sus ahorros al guardarlos en el “depósito más fiable del mundo”, donde la humedad y las plagas pusieron fin a alrededor de 73 mil dólares.

La mujer confió en la seguridad de unas latas de leche Milo -en lugar de un banco-, que no fueron tan seguras como ella creía.

Algunos de los fajos de billetes se desintegraron al ser sacados de la lata, según muestra un video que fue divulgado en el grupo de Facebook, Penang Big News. De ahí se volvió viral y saltó a la prensa del país asiático.

“Todos estos billetes que he sacado aquí tienen problemas. Hay 10.000 RM en una pila, y hay un total de 23 pilas, por lo que son 230.000 RM“, dijo el hombre que filmó el video.

Se desconoce cuándo fue que la anciana metió el dinero dentro de la lata, pero el cálculo hecho al azar revela una cifra: casi 73 mil dólares. O algo más de 73 mil dólares, según reporta un medio local; porque no es lo mismo “casi” que “más de”.

Como quiera, es una cifra enorme de dinero perdido por no confiar en los bancos. En honor a la verdad y no por hacerle justicia a la anciana, a veces los bancos son tan peligrosos como una lata escondida.

Sin embargo, al menos si el dinero sigue ahí, y por ejemplo el dueño fallece de repente, los herederos y familiares son avisados.

No pasa por ejemplo como con el caso de mi tatarabuelo, por línea paterna, que alarmado porque uno de sus nietos encontró su tesoro -un pomo de boca ancha inmenso repleto de monedas españolas del año 1800 y tantos- se montó un día en su caballo, se fue al monte y “dicen” lo metió bajo tierra, debajo de alguna mata. El anciano murió de muerte natural, de la noche a la mañana y el dinero nunca fue encontrado.

O como Felito, vecino de mi amigo Quiñones, un viejo que vivía en la más absoluta austeridad y que todo el mundo imaginaba pobre, y que murió de un infarto, cigarro en mano, que quemó el colchón y por poco lo incinera a él también.

Cuando todo fue sacado para botar, salieron del forro del colchón decenas de billetes de 20 pesos quemados. Aproximadamente unos 25 mil pesos se salvaron de la quema involuntaria de quien guardando y guardando, nunca disfrutó en vida de sus ahorros. Otros miles se quemaron.

Ariel P.

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