Dice adiós a su cabello de 15 años para poder entrar al Ejército

“Esperemos que alguna niña lo consiga”, dijo Arroyo quien ya se ha alistado como soldado de infantería en el Ejército.

Reynaldo Arroyo debió escoger entre seguir con su pelo súper largo, conseguido tras 15 años de esfuerzos y mucho champú reparador de puntas, o servir a su país en el Ejército. La decisión no era fácil, pero si de veras se quiere ser soldado, hay que comenzar por saber qué es un sacrificio.

Y es que poder entrar al Ejército tenía que pelarse. Allí hay un reglamento, y el cabello en los hombres debe tener una ‘apariencia cónica’, donde el ‘contorno del cabello del soldado se ajusta a la forma de la cabeza’ y se curva hacia adentro en la base del cuello. Básicamente, tiene que ser corto, no caer sobre las orejas o las cejas de los soldados, ni tocar el collar.

El joven debió cumplir el estricto dictamen.

Arroyo, no se había pelado en 15 años. Sin embargo decidió que si su vida tenía que dar un cambio radical, también cortarse el cabello tenía que ser “radical”. Afortunadamente para su “pérdida de cabello” encontró un remedio: donar el mismo.

Arroyo donará el cabello a Locks of Love, una organización sin fines de lucro que toma donaciones de cabello y hace pelucas para niños que experimentan pérdida de cabello por tratamientos contra el cáncer o alopecia areata, una enfermedad autoinmune que conduce a la pérdida repentina del cabello.

“Esperemos que alguna niña lo consiga”, dijo Arroyo quien ya se ha alistado como soldado de infantería.

“Estoy realmente emocionado de alistarme”, dijo el joven en un video publicado en la página de Facebook del Batallón de Reclutamiento del Ejército de Salt Lake City.

A partir de ahora servirá a su país, y su cabello servirá también a otra persona necesitada. Con una acción, enlistarse, y con otra, pelarse, Arroyo sirvió dos veces a la comunidad.

Seguramente su ejemplo inspirará a muchos adolescentes como él.

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