Cubanos abrazarían una invasión “económica” de EEUU, según The Hill

Los cubanos no pueden esperar una transformación económica de afuera, si ellos no logran liberarse políticamente desde dentro.

¿Otra vez se propone “dar” sin recibir nada a cambio?

The Hill vuelve otra vez a “abrazar la causa cubana” y en un artículo publicado esta mañana dice que “a menos que se crea que los cubanos padecen colectivamente una variante del “Síndrome de Estocolmo”, tan condicionado al peligro económico que lo abrazan, aplaudirán una invasión de la libre empresa, desde La Habana hasta Holguín, desde la Casa de Hemingway hasta la Plaza de la Revolución”.

The Hill parece estar claro. Y aunque ellos no mencionan -por ejemplo- los sucesos actuales en Cuba con relación a la represión a la que son sometidos los activistas de la isla, la realidad de estos 62 años parece darles la razón. Sí, la inmensa mayoría de los cubanos padecen de ese síndrome.

La Revolución, que se hizo dueña y señora de las vidas de todos, durante más de medio siglo ha limitado la iniciativa de los cubanos a tal punto que la isla, “fajada” con los EE.UU., se convirtió en una especie de ternero aferrado a cuanta teta de vaca le ha aparecido en el camino. Los cubanos, al parecer, se han acostumbrado a eso; a la inacción. Excepto los que han emigrado. Excepto los que protestan y son arrestados.

Dice The Hill -en su propuesta económica de liberación para Cuba- que estos deberían ser los pasos “si realmente queremos ayudar a aquellos que anhelan la libertad”.

Primero, envíar nuestro “ejército emprendedor” con armas de innovación y transformación: Apple y Amazon, Hilton y Marriott, CVS y Walgreens, Walmart y Costco, JP Morgan y el Bank of America.

Luego, vuele en las aerolíneas – American, Delta, Southwest – para establecer una cabeza de playa en Jose Marti International en las afueras de La Habana. Si no podemos controlar las ondas de radio (permanece bajo el estricto control del estado), al menos llenemos el aire con pasajeros con boletos que porten dólares y democracia.

Finalmente, navegue en la “marina de terciopelo”, los cruceros de Carnival, Disney y Royal Caribbean, que parten de puertos estadounidenses. Estos embajadores flotantes pueden mostrarle al pueblo cubano cómo se siente al ser abrazado por los ciudadanos del mundo.

 “Una vez que ese genio salga de la botella, ella (Cuba) no regresará, ni tampoco el pueblo cubano” señala el diario que, como propuesta primera sugiere eliminar el embargo financiero a la isla.

Al final de su nota reconoce que nada de esto podrá ser posible si el gobierno de la isla no abraza las elecciones libres para su pueblo.

El gobierno cubano parece enfocado en “transformar su socialismo” pero en base a sus propias reglas. No pocos expertos concluyen que el “people to people” y la eliminación del embargo pudiera quitarle de una vez por todas la justificación mediante la cual el gobierno cubano mantiene sometido en la miseria a su pueblo.

Y no hablo de miseria económica. Nada bueno, y sí algo muy miserable pueden esperar los cubanos de esa caterva de dirigentes mediocres, con nivel de escolaridad bajo, o de la maquinaria que promueve, quita y pone, siempre de acuerdo a los criterios de una élite reducida en el poder.

Los cubanos pueden hacer mucho por su libertad económica, pero hasta ahora los acostumbraron a esperar y no hacer nada.

Ni siquiera tienen como cambiar su desastroso proyecto político, responsable indiscutible de su desastre económico.

Ariel P.

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