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Subastan carros del hijo de presidente de Guinea Ecuatorial y recaudan $27 millones

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Según se aprecia en su perfil de Instagram, el corrupto funcionario hijo del presidente de Guinea Ecuatorial, vive la buena vida en buenos restaurantes y en lujosas casas y parece no importarle mucho, sobre todo porque lo hace “oficialmente”.

Guinea Ecuatorial es la economía número 132 en el mundo de acuerdo al volumen de su PIB. Su deuda pública en el año 2017 fue de 4.137 millones de euros. Su deuda per cápita es de 3.278€ euros por habitante.

Su presidente es Teodoro Obiang, el que lleva más años en el poder en el mundo, un individuo que gobierna desde el año 1979 y con un hijo, Teodorin Nguema Obiang, que tiene un nivel de vida con el cual vivirían decenas de miles de familias de Guinea Ecuatorial. En el territorio africano, cerca del 76% de la población de este país, que fue colonia española hasta 1968, vive en la pobreza.

Este joven, cuyo padre jamás le ha corregido sus excesos era poseedor de una colección de autos de lujo tan solo en Suiza, donde vivía – o mejor dicho: donde tiene una de sus residencias – y que, afortunadamente el gobierno helvético los confiscó en el 2016 como parte de una investigación en su contra por corrupción.

Los autos fueron subastados el pasado fin de semana y se recaudaron unos US$27 millones.

Lamborghini Veneno Roadster. Vendido en $8,3 millones de dólares.

Entre su colección de autos lujosos, Teodorin Nguema Obiang, tenía un Lamborghini Veneno Roadster que se vendió por $8,3 millones, y de acuerdo a la casa británica Bonhams gestora de la subasta, “marcó un nuevo récord mundial para un Lamborghini vendido en una subasta”, al lograr venderse un 50% más alto que su estimación previa a la venta. Este auto puede alcanzar la friolera de 354 km/h, y fue lanzado en el 50 aniversario de Lamborghini.

Este no fue el único auto de lujo que se le ocupó – y se subastó – a Teodorin. Entre los autos de lujo que fueron vendidos en el club de golf Cheserex, cerca de Ginebra, Suiza, se halla un Aston Martin One-77 Coupe. Un auto que fue descrito como un “cohete absoluto” por la casa de subastas. ¿Su precio? US$1,5 millones. El auto tiene grabado en su carrocería la frase: “Hecho a mano en Inglaterra para Teodoro NGuema Obiang Mangue”.

Otros de los autos subastados.

Subastan autos de un corrupto y los venden a gente “incógnita”.

Muy interesante resulta que, varios de los vehículos confiscados por fiscales suizos como parte de una investigación contra Teodorin Nguema Obiang, fueron comprados por un agente para un coleccionista en Dubái, Emiratos Árabes Unidos, del que no se conoce el nombre y como bien dice el refrán “sabe Dios” de dónde sacó tanto dinero.

Por suerte, lo que más parece importar es el destino del dinero, que de acuerdo con la Fiscalía suiza se destinará – $23 millones – a proyectos sociales en Guinea Ecuatorial.

Los autos atrajeron el interés de coleccionistas de todo el mundo, especialmente de Europa y Oriente Medio, contó Farrant.

Otro auto de esta marca subastado fue un Aston Martin Lagonda de 1956, que era propiedad del fallecido Claude Nobs, fundador del Festival de Jazz de Montreux, en Suiza.

También se subastaron otros 50 autos, Lamborghinis, Ferraris, Bentleys y Rolls Royces, y adquiridos por este fanfarrón con dinero seguramente salido del petróleo de su país.

Más autos propiedad del hijo del presidente de Guinea Ecuatorial

Guinea Ecuatorial es uno de los mayores productores de petróleo de África, y Teodorín Nguema Obiang ha tenido tiempo para echarle mano al dinero pues además de haber sido asesor de su padre, fue ministro de Agricultura. En los años 2012 y 2016 fue vicepresidente del país.

La buena vida de Teodorin está muy bien documentada, sobre todo en sus redes sociales.

Según se aprecia en su perfil de Instagram, el corrupto funcionario vive la buena vida en buenos restaurantes y en lujosas casas y parece no importarle mucho, sobre todo porque lo hace “oficialmente”. BBC dice que se ha ganado reiteradas críticas por su modus vivendi, que lo tiene en objeto de mira en investigaciones en distintos países por corrupción.

Uno de esos países era los EE.UU. Allí, en el 2014, logró un acuerdo con la fiscalía para evitar un juicio, entregando una mansión en Malibú, California, además de un Ferrari y una colección de objetos de Michael Jackson.

Tres años después, dice The New York Times, cumplió una pena de prisión de tres años que nunca cumplió, por malversación de fondos.

En septiembre de 2018, las Aduanas brasileñas le confiscaron más de US$16 millones en efectivo y relojes de lujo.

 

 

 

 

 

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