Zoonosis sacrifica animales callejeros antes de la llegada de los reyes de España

Por María Carla Prieto

Activistas y vecinos denuncian el proceder de Zoonosis por estos días: recogen animales callejeros para “limpiar” la ciudad

El carro largo ha salido varias veces. En plena coyuntura, el combustible para matar no le falta. Ya lo vieron en la Habana Vieja, en Centro Habana y en la zona del aeropuerto José Martí.

Blanco, camina lento por las calles cargando a víctimas y carceleros a la vez. Delante, las autoridades de Zoonosis sonríen mientras terminan su ronda, indolentes, parecen divertidos con el trabajo. En la parte de atrás, perritos condenados.

Josefina vive cerca del boulevard de San Rafael. La mujer relata el episodio como una película de terror: “Pasó frente a mis ojos. Se bajó un hombre del vehículo para recoger un can que merodeaba por allí. Con la mayor violencia lo lanzó dentro. El animalito debió golpearse porque sonó muy duro contra el piso de metal. Todo esto delante de los niños del barrio. ¿Es ese un buen ejemplo para ellos?”.

Desde hace unos días, los trabajadores de Control Sanitario desandan La Habana en busca de animales callejeros. Debido a la próxima visita de los reyes de España, nuestro Estado se vuelca de esa manera en busca de una ciudad más limpia.

“Aunque nos duela admitirlo, estas acciones son legales. Todos conocemos el desenlace de la campaña, pero nuestra asociación no tiene lugar para reclamar a las mascotas que van a parar al depósito. Estamos atados de pies y manos”, comenta Ariadna, activista del grupo de Protección de Animales de la Ciudad (PAC).

El hecho de ser ilegales limita el radio de acción de esas organizaciones. “Desde hace años hemos manifestado la disponibilidad para hacernos cargo de las mascotas abandonadas. Aun sin espacio, contamos con una red de albergues temporales, medicinas y alimentos. El trabajo de Zoonosis podríamos hacerlo nosotros y darle un final feliz, pero las autoridades no nos dan voz”, denuncia Leonardo, joven miembro de la misma organización.

Mientras tanto, las detenciones y sacrificios no cesan. En su perfil de Facebook, Mayté Estevez Crespo acusó a la entidad del asesinato de varios animales en un plazo menor de 24 horas. En uno de los post declaraba: “Ayer había muchos perros en Zoonosis y ya hoy no hay más que cuatro. Los sacrificaron sin el tiempo requerido. ¿Los dieron para experimentos? Eso fue lo que dijeron allí.

Ariel pertenece al Grupo de Ayuda y Protección Animal, el cual se ha sumado al llamado de instituciones similares para reclamar los perros retenidos. Según él, la victoria no es segura: “Es difícil lograrlo, principalmente porque los funcionarios nos conocen. Otras veces lo hemos intentado, pero ellos no tienen la obligación de darnos los perros”.

“Mañana lo intentaremos por enésima vez, mas las esperanzas están centradas en esta campaña. Necesitamos que la situación se viralice en las redes sociales, conseguir la atención a nivel mundial”, finaliza el joven estudiante de Veterinaria.

Beatriz, activista del grupo Cubanos en Defensa de los Animales (CEDA) manifiesta: “Es increíble. La directora de Zoonosis, sí esa que mata perritos con Estricnina (utilizado para el control de ratas, coyotes, topos) es testigo de Jehová y va predicando por las casas con supuestos mensajes de amor”. ¿Hasta dónde puede llegar la crueldad de las personas?, se cuestiona.

Para nuestro gobierno es más fácil matar que dar segundas oportunidades, al menos con los animales. Como siempre, intentamos ahora cubrir la miseria con medidas desesperadas.