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Cuba

Venta por catálogos: el delirio para algunos jóvenes cubanos

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Cuentapropistas cubanos han visto un filón de negocio en la venta de ropa por catálogos

Comprar ropa en Cuba es muy difícil. Las tiendas estatales no se caracterizan por un surtido capaz de satisfacer todas las demandas. Los modelos, la calidad, las tallas y el precio son cuestiones que terminan decepcionando casi siempre a los clientes.

Este asunto se ha hecho más llevadero con el auge del cuentapropismo y la aparición de los revendedores. Viajar al exterior y traer maletines imponentes llenos de ropa para comercializar es un negocio al que muchos se han arrimado. Con esto, la población tiene opciones para escoger, al menos, entre varios diseños y marcas de vestuario.

Algunos de estos emprendedores han insertado en la isla una modalidad que facilita el proceso, tanto para ellos como para los clientes. Los catálogos de venta se han convertido en el delirio de ciertos jóvenes en el archipiélago.

“Es muy poco probable que la gente los tenga impresos, porque los precios y las ofertas van cambiando y, por tanto, es mejor consultarlos desde el móvil”, explica Jennifer Guillén, vendedora.

El acceso mayoritario a Internet ha hecho que sean más los que puedan contar con esta alternativa. “Yo siempre he dicho que vista hace fe”, cuenta Cinthia Núñez, quien se dedica también a estas gestiones. “No es lo mismo observar la prenda que tú quieres, analizar las medidas, los colores disponibles, ver fotos de cómo quedan puestos, eso te anima y, al mismo tiempo te ayuda a decidir”.

Claudia Cordón lleva tres años vendiendo ropa por pedido. Desde que le dieron la visa para México se ha dedicado a establecer contactos con cadenas como Shein, Forever21, Cklass, entre otras. “Todas esas marcas tienen catálogos online. Les digo a los interesados que las busquen y que seleccionen la pieza que desean con las características correspondientes. Luego me hacen una captura de pantalla del número de serie del producto, la talla, y el color, si es que varía, y me lo envían”.

Los precios no suelen ser baratos. Estos comerciantes necesitan obtener ganancias. En muchos casos deben crearse una cuenta bancaria en el exterior para poder realizar los pedidos que luego serán llevados al domicilio donde se encuentren, y posteriormente lo traen a Cuba.

Ailen ha hecho un grupo de WhatsApp en el cual propone las ofertas que tiene y los links de las páginas que se pueden visitar para encontrar ropa, zapatos, accesorios y hasta útiles del hogar. “Como el valor de las unidades está a veces en pesos mexicanos, yo les digo que dividan la cifra que aparece entre 18 y luego le sumen 10. Eso da lo que finalmente cuesta el artículo en CUC”.

“Un pantalón, por ejemplo, puede costar como mínimo 25 CUC, una blusa 15 y un vestido 20. No se trata de que sea una opción económica, pero tenemos la posibilidad de elegir, de combinar”, asegura Jacqueline Guido.

Los ciudadanos cubanos han tenido que ir acostumbrándose y tomando el ritmo que desde hace mucho tiempo llevan otros países del mundo. Aprender a lidiar con la posibilidad de escoger es sin dudas una de las asignaturas pendientes que tiene la mayoría.

Texto y fotos: Lucía Jerez


 

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