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Cuba

Una cubana y una rusa, ayudan al reencuentro entre 2 hermanas ruso-cubanas tras 17 años

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Aunque el título parezca un trabalenguas no lo es. Y es la realidad. Dos hermanas ruso-cubanas se reencuentraron tras 17 años gracias a la labor investigativa de dos periodistas – foto de portada – de la revista rusa Sputnik, quienes demostraron con creces que ser periodista es más que escribir.

Una de ellas, la cubana Natasha Vázquez, ya tenía – se puede decir así – “experiencia en estas lides”. Según cuenta Natasha a Cuballama, ella durante un tiempo trabajó en un programa de TV de Galicia, que se dedicaba al reencuentro de familias.

Recuerdo que logramos conectar a personas en Cuba que hacía décadas no sabían de sus familiares,” expresó en exclusiva a nuestro blog.

Es muy emotivo, porque te das cuenta que a pesar de los avatares políticos e históricos, para la mayoría de las personas la familia es lo primero,” sentenció esta periodista cubana graduada de Periodismo en la Universidad de la Habana en el año 1989.

Sin embargo, para lograr el reencuentro entre Elena y María Sobotariova, las dos hermanas ruso-cubanas que estuvieron 17 años sin saber una de la otra, Natasha contó con la colaboración de una colega de Sputnik: Verónica Proskurnina.

Ella también es hija de un matrimonio entre una ciudadana rusa y un cubano, por eso se sensibilizó tanto con la historia,” explica Natasha a Cuballama.

Verónica, cuyo verdadero nombre es Verónica Pérez Konina, vivió en Cuba hasta el año 90´y hasta “tiempo tuvo” para ganar un premio literario como el prestigioso David, esta “excelente profesional y amiga,” como la define Natasha.

Pero, ¿cómo lograron encontrar a una joven de la cual se conocían pocos datos entre 144.5 millones de habitantes que tiene la Federación Rusa?

Con el apellido viejo no avanzaron mucho, pero Elena les facilitó un correo sin saber que en esa dirección de correo electrónica estaba la clave.

Eso fue lo que complicó la busqueda inicial; con su nombre anterior, Sobotarieva no aparecía casi ninguna referencia, aunque sí encontramos los datos de una prima; pero el apellido actual aparecía en un correo viejo que le dejó a la hermana, pero ella ni sabía que eso era un apellido, fíjate tú!“, comenta a nuestro blog.

Entonces, lo primero que hicimos fue buscarla en Internet con el nuevo apellido, el de su esposo. Luego fuimos a las redes sociales rusas y por último consultamos páginas de datos de vivienda,” explica Natasha.

Cuando me dijo el correo, buscamos por ese apellido con nombre y patronímico y fue que dimos con ella. Aquí en Rusia, los apellidos se repiten menos que los nombres; pero ya que coincida nombre, patronímico y apellido es más dificil,” precisa Natasha Vázquez.

Un día, encontramos con una donde mencionaba su actual centro laboral, por ahí seguimos hasta dar con ella y dejarle el recado, aunque en realidad como respondió fue por un correo que le enviamos; a ese mismo correo le escribió su hermana. Todo eso nos demoró un par de días,” agrega esta periodista que muy bien pudiera trabajar de investigadora policial en Moscú.

Fue una alegría indescriptible que se ellas se reencontraran. Cuando le mandamos a la muchacha en Cuba la página laboral con la foto de su hermana, y nos confirmó que sí, que era ella a quién estábamos buscando, cuando comprobamos que estaba viva y bien, fue una gran sorpresa; además de una inmensa satisfacción de haberlas podido ayudar en el reencuentro,” termina su diálogo con Cuballama, Natasha.

Vital en el desenlace de esta hermosa historia fue lo viral que se hizo la noticia de la búsqueda desde Cuba. Mérito indiscutible de Yare Capey, la mejor amiga de la infancia cubana de María, quien creó una página de Facebook que pronto se viralizó. Fue por esta página que Natasha y Verónica, las dos periodistas de Sputnik, conocieron de la historia, y ese arraigo, ese vínculo de sangre con las dos tierras – Rusia y Cuba – fue determinante en que ambas se interesaran por dar con el paradero en Moscú de la hermana mayor.

Fueron 17 años los que Elena y María estuvieron sin saber la una de la otra. Elena dice que lo intentó todo, sin poder conseguirlo.

Intenté contactarla muchas veces a través de amigas de nuestra madre, pero no lo conseguí“.

Este ansiado momento llegó el 9 de mayo, gracias a las periodistas de Sputnik.

Hemos estado poniéndonos al día, pero también recuperando mi propia historia. Supe detalles de mi familia que no sabía, de mi bisabuelo que luchó en la Gran Guerra Patria y que hasta hay monumentos y poblados con su nombre,” cuenta desde Cuba, Elena, la hermana menor a Sputnik.

Así supimos que Verónica y Natasha, las periodistas “investigadoras”, no solo actuaron como ambas cosas, sino también como “psicólogas”. Entre las dos dieron “palabras de aliento cuando mi desesperación me aflojaba“, recuerda Elena.

Ahora nuestra alegría se desborda, si existiera un termómetro para medir la felicidad de este encuentro, de seguro ya lo hubiésemos roto“, afirmó a Sputnik.

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