Cuba
Todo x 25: los panes y dulces que buscan los cubanos
Variedades de panes, galletas y dulces ofrecen los Todo x 25. “El precio es mayor, pero vale la pena pagar por un servicio que te brinda mejores garantías”
Desde un inicio, la táctica de los cuentapropistas en Cuba fue muy sencilla. Los negocios que se creaban iban destinados a hacerles frente a las carencias del Estado. Los nuevos emprendedores conscientes de las deficiencias y empapados con la realidad del país idearon proyectos ambiciosos que, aunque a veces se han visto afectados por las trabas gubernamentales, en muchos casos significaron el alivio de la población.
Entre ellos se encuentran los llamados Todo x 25, establecimientos destinados a la venta de variedades de panes y dulces. “La presencia es lo más llamativo de los locales. Se venden los productos en nailon sellados y no están expuestos a las moscas o a ponerse viejos por pasarse horas destapados. Además, la variedad es envidiable, mientras frente a estos mostradores pasas rato escogiendo qué llevar, los sitios estatales por desgracia te ponen las cosas más fáciles, hay o no”, comenta Digna.
Para nadie es un secreto las constantes demandas ciudadanas relacionadas con la calidad o la frecuencia del pan. No importa la época del año o el día de la semana, siempre sale a relucir alguna textura que no gusta, un tamaño incorrecto y si se relaciona con el ofrecido por la libreta de abastecimiento, la lista de quejas y sugerencias no tiene para cuando acabar.
“Esta alternativa nos permite probar un alimento mejor elaborado con características diferentes a las habituales. El precio es mayor, pero vale la pena pagar por un servicio que te brinda mejores garantías. Hasta sabores tienes para elegir. Los productos que contienen mantequilla, ya no necesitan echarles más. Con eso te basta, así matas dos pájaros de un tiro”, declara Ana.
“No es lo mismo desayunar con eso, que con el cachito de pan de la bodega que sin importar lo mucho que lo guardes se deteriora en menos de 24 horas”, dice Yailín. “Mi preferido es el que viene con ajonjolí. Antes solo lo veía en las películas, pero ahora cada vez que tengo un chance lo compro, aquello se deshace en la boca de tan suave. Da gusto probarlo”.
La producción de galletas es también algo a destacar en los Todo x 25. “En los mercados casi nunca sacan y cuando lo hacen son unas ruedas blancuzcas que no hay Dios que le meta el diente. De mirarlas, sabes que están malas. Pero los paquetes de a peso (CUC) están crujientes, doraditas, afirma”, afirma Silvia.
Marquesitas, rosquitas, dobos, señoritas, panetelas o cualquier otro tipo de dulce relleno de chocolate, guayaba y coco también pueden encontrarse en los estantes de dichos comercios.
Hace tiempo que se extinguieron las dulcerías por moneda nacional en los alrededores de la ciudad. La modalidad más cercana a los antiguos centros ahora son los Sylvain con ofertas en CUC, pero que no siempre están surtidos como se espera.
“Para las actividades, con Todo x 25 resuelves enseguida, están ricos y no faltan. Si se acaban en menos de una hora viene el reemplazo. De lo contrario en los Sylvain la mercancía llega los sábados, según la dependiente, por tanto si el martes escasean las cosas así pasa la semana entera”, aclara Maribel.
Texto y fotos: Vladia Rosa García