Cuba
Tienda de ropa del Habana Libre trabaja en pésimas condiciones
Texto y foto: Vladia Rosa García
Una de las tiendas del hotel Habana Libre trabaja con un agujero en el medio del techo, goteando agua, con cubetas y cartones en el suelo
El hotel Habana Libre es uno de los símbolos del turismo en Cuba. Ubicado en la céntrica esquina de 23 y L, en el Vedado habanero, el complejo ostenta la categoría de cuatro estrellas y es uno de los más grandes y emblemático de la isla.
Sin embargo, la instalación presenta deficiencias estéticas y de funcionamiento. Lo último: una de sus tiendas trabaja con un agujero en el medio del techo, goteando agua, con cubetas y cartones en el suelo y para colmo, emana de él un olor desagradable.
Actualmente los locales carecen de aire acondicionado debido a la crisis y a las medidas energéticas a las que está sometido el país. Los clientes se quejan de la falta de confort del lugar y del hedor. “¿Cómo es posible que en una boutique, uno de los lugares más caros donde se vende la ropa en Cuba, supuestamente de marca, original, no va a existir una infraestructura adecuada para brindar un servicio de excelencia?”
La abertura del techo se acompaña de una gotera constante que aparentemente se deriva del sistema de ventilación. Lo más llamativo de la situación es que estos comercios no solo se utilizan por los habaneros sino también por los huéspedes, en su mayoría extranjeros, clientes preferidos de los trabajadores.
El interior del hotel Habana Libre dispone de varios bares, salones, bancos y salas de reuniones, destinados específicamente al turismo de negocios. En sus bajos ofrece otros tipos de servicios como la dulcería, la licorería y tiendas de ropa y calzado, la mayoría boutiques que van en declive, pues cada vez son más escasos y caros lo productos que ofertan.
En el mes de mayo de este año, el icónico hotel estuvo en el ojo de la crítica cuando en mayo pasado corrió el rumor de que desmantelaron a “mandarriazos” el mural Frutas cubanas (1957) de Amelia Peláez, la reconocida pintora y ceramista. Aunque según informó el periodista Alejandro Rojas, jefe del sitio web de Radio Rebelde, “para su retirada se utilizan técnicas propias y no mandarriazos”.
