Denuncian desde Santiago de Cuba la pérdida de miles de mangos

Otra vez mangos perdidos. Las cosechas que campesinos cubanos con esmero cultivan se pierde por falta de cajas y el endiablado sistema de recogida de Acopio

Otra vez el mango, otra vez Acopio. Los problemas con las frutas en el oriente del país, principalmente en las provincias de Guantánamo y Santiago de Cuba, con relación a la labor que hace Acopio no cesan.

Año tras año las quejas se suceden y hasta multiplican. Pasa, repetimos, de modo reiterado, con frutas como el mango. Y con el tomate. ¡Y no duden que también pase con el café!

El hecho es que los testimonios están ahí, y no en la “prensa independiente” únicamente. Hasta la propia prensa oficial -diario Venceremos en Guantánamo y Sierra Maestra en Santiago de Cuba- han dedicado sus notas al asunto, pero el problema, como el cuartito de Panchito Riset, está igualito.

De hecho, la denuncia que hace ahora Taimara Esparraguera (La Elvira, Cuatro Caminos, Ti Arriba, Songo La Maya, Santiago de Cuba) comienza así. Recordando como “las máximas autoridades provinciales dijeron que este año no se podía perder ni un mango”, pero los mangos se perdieron.

En su carta, publicada hoy en el diario oficialista Juventud Rebelde, y bajo el título de “Los mangos perdidos”, Taimara asegura que los campesinos que cosechan la fruta estaban contentos.

“Decían: Esta vez sí se va a acopiar todo el mango, será la cosecha más segura”, pero todo fue un espejismo. Un sueño. Una utopía.

A falta de envases, cajas, los campesinos, al iniciarse la recolección, acopiaron la fruta en sacos.

El Juventud Rebelde, resumiendo las palabras de Taimara precisa que “los cosecheros se levantaban de madrugada a recoger, hasta que los mangos empezaron a podrirse… La cosecha más segura no se pudo realizar por negligencia de los encargados de acopiarlos.”

«Al final, expresa, solo salen perjudicados los campesinos, porque nadie paga esos mangos que se pudrieron. Y se ha creado descontento en las bases productivas, porque estamos en tiempos difíciles y aún perdura el burocratismo.

«Algo que preocupa a los productores es que se acopia el mango en las montañas de la Tontina, La Rosita, Santa María del Loreto y El Ramón de Las Yaguas, pero el que está en el llano se pudre. Cosas que tú cuentas y no se cree.

«De tantos tipos de mangos, añade, nada más se acopia un poquito de la variedad mamey. El de corazón, de Toledo, de papelina, de hilacha y otros más, se pierden porque el Estado no los acopia. ¿Por qué no se toman las medidas y se venden estas variedades en los MAE, que permanecen desabastecidos? Mientras tanto, la población compra los mangos a los revendedores a altos precios.

«Siempre se dice que se ha acopiado todo el mango en la provincia. Lo dicen por los medios de difusión, y la realidad es otra. Cada vez que un campesino escucha una noticia así se le revuelve el alma, porque ha sufrido en carne propia la pérdida de su mango».

En fin, que otra vez, por culpa de Acopio, se pierden los mangos. ¿El perjudicado? Como siempre es uno solo: el pueblo.

Y también el campesino que lo cosechó y cultivó.

por Ariel P.

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