Cocina
Regresó la cerveza Lagarto, pero ahora viene desde Bélgica
Por Ariel Peñate
La cerveza Lagarto es una de las más emblemáticas de Cuba y durante muchos años contó con la preferencia de los nacionales hasta que un buen día, como muchas productos en la isla, comenzó a brillar por su ausencia.
La Lagarto, una cerveza con cierto sabor a malta, regresó a los establecimientos comerciales, al menos de La Habana, tras varias décadas en las que estuvo desaparecida. Sin embargo los cubanos que prefieren esta cerveza por encima de la Cristal o la Bucanero— que también se esfuman por temporadas en la isla— se llevan una sorpresa cuando se enfrentan a esta refrescante bebida.
La cerveza ahora se vende en Cuba ni más ni menos que importada desde Bélgica. O sea que ya esta bebida eminentemente cubana dejó de producirse en la isla y es traída desde este lejano país europeo, un síntoma de la debilitada infraestructura de las cervecerías nacionales.
Esta cerveza todavía es muy difícil de encontrar a pesar de su regreso al mercado cubano, donde compite con otras bebidas nacionales como Cristal, Bucanero y Mayabe.
Los que apuesten por Lagarto deben recorrer sobre todo los bares privados pues es una misión casi imposible encontrarla en los establecimientos estatales. Su precio oscila entre 1.35 cuc y 1.50 en dependencia del lugar donde se compre, incluso puede llegar a los 2:00 cuc en algunos lugares de moda en La Habana.
Su importación desde Bélgica se debe, entre otros motivos, a la falta de materia primera para envasarla en Cuba donde anteriormente tenía establecida sus fábricas, dijo a CubaLlama uno de los comerciales de La Copa, de las tiendas más concurridas de La Habana.
La Lagarto tiene un 5 por ciento de alcohol y en su envase se puede leer que es elaborada y enlatada en Bélgica, especialmente para el mercado cubano. Su imagen es la que todos los cubanos reconocen: un caimán verde con maracas y un pequeño sombrero.
Casi todos se preguntan por qué todavía es mínima la distribución de este producto y solo se puede encontrar en instalaciones muy específicas, lo que indica que su entrada a Cuba es aún insuficiente. Muchos no saben que la Lagarto ha regresado, aunque ahora deba emprender un largo recorrido antes de llegar al paladar de los cubanos.