Propuesta para restaurar VISA de 5 años encuentra oídos sordos

Cien mil firmas se necesitaban para lograr que una petición abierta dirigida a restaurar la llamada VISA B2 llegase a la mesa de las personas encargadas de reconsiderar la decisión. Sin embargo, la petición hecha en la plataforma de la Casa Blanca We the people (Nosotros el pueblo) encontró oídos sordos y espaldas viradas entre los cubanos.

Ni siquiera 400 firmas tenía esta mañana el documento, un número de por sí bajo teniendo en cuenta que la VISA era la más solicitada entre los cubanos que antes de este lunes pedían autorización para ingresar a los Estados Unidos.

Pero ni los aspirantes a la VISA, ni lo familiares de estos, y tampoco la ciberguerrilla cubana, tan acostumbrada a movilizarse cada vez que el gobierno cubano da una orientación se sumaron a la iniciativa.

La VISA B2 no era exclusiva para cubanos, sin embargo el Gobierno de los Estados Unidos alegó un problema de reciprocidad para su anulación.

A muchos cubanos les ha resultado extraño que miles de sus coterráneos residentes en el exterior estén de acuerdo con la abolición del visado. El gobierno de la isla salió enseguida al paso, y dijo que tal decisión era un retroceso en lo logrado, y que distanciaría aún más a los cubanos de “las dos orillas”. Rápidamente desde cientos de ordenadores repartidos por el mundo entero, muchos le recordaron al gobierno cubano que ha sido él con sus políticas socialistas fallidas, tachar de “diversionista ideológico” a quien alguna vez escuchó a los Beatles, haber golpeado a quienes en el 80´dijeron querer marcharse por el Mariel, y mantener la absurda política de no permitir el regreso al país a quienes abandonan en el exterior una misión oficial, son sobradas pruebas de que La Habana separa las familias.

A esto se suma el hecho de que la Embajada de EE.UU. en La Habana opera desde hace ya casi dos años con menos de la mitad de su personal; y que la solicitud de VISAS para viajar a los EE.UU. con el objetivo de visitar a sus familiares, los cubanos debían efectuarlas, no sin costos extras, en países como Guyana (anteriormente fue en Colombia).

Resumiendo: los cubanos en la isla enfrentan más escollos que nadie en el planeta para poder viajar a los EE.UU.

“Los cubanos ya tienen dificultades para solicitar una visa en un tercer país y esta medida simplemente hace que sea casi imposible e inasequible viajar a los Estados Unidos. La mayoría de los cubanos no viajan por turismo, sino para reunirse con familias divididas hace mucho tiempo. Es hora de adoptar políticas que beneficien a la sociedad civil en Cuba, en lugar de perjudicarlas más”, apuntó el usuario E.D en su solicitud para que la derogación de la B2 diera marcha atrás.

Pero si E.D confiaba en que las 100 mil firmas iba a lograrlas en un santiamén, el mensaje no se difundió de la manera correcta.