Noticias
Pintan uñas a murciélagos en Cuba
Pintarle las uñas a los murciélagos en Cuba, o al menos a una especie que se creía extinta, es una tarea rara, pero muy necesaria.
Parece algo surreal pero no; especialistas encargados de estudiar la presencia en Cuba del murciélago de orejas de embudo más grande cubano (Natalus primus), una especie extremadamente rara conocida y que habitan solamente en una cueva remota en el oeste de Cuba, encontraron un método original para poder tener una idea de la cantidad de ellos que habitan en Cueva la Barca: pintarle las uñas a los murciélagos.
“Había una necesidad urgente de descubrir cuántos murciélagos vivían en la cueva,” dijo al medio Mongobay José Manuel De La Cruz Mora, especialista en murciélagos en el Museo de Historia Natural de Pinar del Río y Un miembro de Segré-EDGE en la Sociedad Zoológica de Londres (ZSL) a través de un mensaje de correo electrónico.
“‘Anteriormente se creía, basado en avistamientos visuales, que había menos de unos pocos miles de murciélagos cubanos de orejas de embudo en la cueva”, explicó Cruz Mora más adelante.
Tal y como en el mar, se marcan a determinadas especies, los especialistas creyeron atinado marcar a estos roedores. ¿Cómo? Pintándole las uñas a los murciélagos.
Es así que la pintura de uñas vino en auxilio de los investigadores que necesitaban estimar, al menos en un número cercano, la cantidad total de murciélagos de este tipo presentes en Cuba.
El hecho de habitar todos en una sola cueva en Cuba, los hacía raros; saber cuántos eran, todo un misterio, pero gracias a la pintura de uña empleada para pintar los murciélagos se calculan en unos 750 los habitantes voladores de esta cueva conocida localmente como Cueva la Barca.
No existían estimaciones previas con relación a la cantidad de murciélago cubano de orejas de embudo en esta locación.
De hecho, se creía que el murciélago cubano de orejas de embudo más grande, uno de los murciélagos más raros del mundo, se había extinguido, hasta que los investigadores redescubrieron a varios individuos en la cueva localmente conocida como Cueva la Barca, una cueva remota en el oeste de la isla.
Cueva La Barca
De La Cruz Mora dijo que hay muy pocos investigadores especializados en la ecología de los murciélagos en la región, y que además es un desafío muy grande contar y estudiar la última población conocida de una especie.
Para una especie de mamífero que es pequeña, frágil y conocida por una sola población, la captura y el marcado pueden ser extremadamente desalentadores.
“Decidimos usar este método porque es inofensivo, efectivo y temporal, lo que lo hace perfecto para nuestro trabajo y la especie“, dijo De La Cruz Mora.
“Llevaba mucho tiempo darle a cada murciélago una manicura individual, pero es un privilegio increíble acercarse a este increíble animal, y descubrir más sobre ellos hizo que valieran la pena todas esas horas pintando sus uñas“, expresó.
Así quedan las uñas de estos roedores voladores, únicos en el mundo
Cueva la Barca, se encuentra ubicada dentro del Parque Nacional Guanahacabibes, cerca del extremo occidental de Cuba,
“La cueva en sí es oscura, cálida y húmeda, por lo que es un entorno especialmente desafiante para trabajar“, dijo De La Cruz Mora.
tal vez te interese leer: Investigadores se adentran en el mayor sistema cavernario de Cuba
