Pareja de ancianos italianos mueren por Covid-19 con una hora de diferencia

“Lamentablemente se enfermaron”, contó la nieta Katia a la prensa, a la vez que recordó cómo el pasado 26 de septiembre los ancianos italianos habían celebrado su 63 aniversario de boda.

El amor los unió un día y la muerte los separó por apenas una hora de diferencia. La pareja y matrimonio que formaron los ancianos italianos Olga y Vincenzo Molino, de 82 y 83 años respectivamente, es hoy muestra del amor más puro, pero también refleja los peligros del covid-19.

Residentes en Sesto San Giovanni (norte de Italia), estos ancianos italianos llevaban juntos 63 años. Se conocieron “a los 18”, y un año después se casaron, y seguramente cuando ante el cura que los casó juraron ser fieles hasta la muerte, no sabían que la muerte los alejaría apenas una hora.

Sobrevivientes ambos de la primera ola de la pandemia del coronavirus en Italia, en esta ocasión no tuvieron igual suerte, a pesar de las medidas que tomaron.

Dice una de las nietas de la pareja que “no salían, tenían mucho cuidado, solo el abuelo iba de compras y a la farmacia”, pero a pesar de eso contrajeron la terrible enfermedad.

“Lamentablemente se enfermaron”, contó la nieta Katia a la prensa, a la vez que recordó cómo el pasado 26 de septiembre, los ancianos italianos habían celebrado su 63 aniversario de boda.

Permanecieron diez días enfermos en casa, hasta que ambos fueron hospitalizados por problemas de saturación de oxígeno el 11 de noviembre. Ese día tuvieron que llamar por problemas respiratorios al número de emergencia.

Los paramédicos se los llevaron al hospital de una localidad vecina, donde estuvieron en habitaciones distintas. Ella pidió que, para sentir cerca a su marido, le dejaran tener su chaqueta en la habitación.

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Cuatro días después, el pasado domingo, falleció ella. Una hora después, a las tres de la tarde, falleció él.

La familia ha agradecido al equipo de médicos y enfermeros que les permitieron despedirse de los abuelos con una llamada, y gestos como el de una enfermera que agarró al abuelo de la mano para no dejarlo solo, pero no ha sido igual con el llamado “médico de cabecera”.

Dice la nieta que fue Vincenzo el primero en mostrar los síntomas de la enfermedad, y que pasaron días con fiebres muy altas, y que el médico que se suponía debió atenderlos, “durante más de una semana nunca fue a visitarlos”.

Peor aún.

“Les dio un antibiótico diciendo que era gripe y en cambio era covid-19”, añadió la nieta visiblemente molesta.

Ariel P.

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