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Cuba

Paquito D’Rivera: 70 años de música mágica

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Paquito D’Rivera, el aclamado músico cubano, se presenta este 23 de junio en la octava edición del Clazz Continental Latin Jazz.

A propósito ha sido interrogado por la prensa: ¿A qué achaca más su éxito: al talento, a la constancia o a la oportunidad? “Todo eso viene junto, pero también la oportunidad es un tren que no espera por nadie”, subraya quien en 1980 decidió abandonar definitivamente Cuba para residir en los EEUU.

El Clazz Festival, que desde su origen en 2011 ha sido apadrinado por Paquito D’Rivera, tiene su origen en el latin jazz: un género musical donde se fusionan los ritmos afro-cubanos y de raíz latinoamericana, tales como el guaguancó, el son, el bolero, el tango, la bossa, la samba y un largo etcétera, con el sentir armónico y el virtuosismo del jazz.

La vida y formación de Paquito D’Rivera

Paquito D’Rivera es hijo del saxofonista y director de orquesta cubano Tito D’Rivera. Con cinco años comenzó a estudiar música. A los siete, firmó un contrato con Selmer, la compañía fabricante de instrumentos musicales .

Sus biógrafos destacan que en 1958, con tan solo diez años, D’Rivera actuó en el Teatro Nacional de La Habana, dejando estupefacto al público y a la crítica. Luego ingresaría en el Conservatorio de La Habana para estudiar clarinete, composición, consonancia, y “todo lo demás”.

En 1965, ya se había convertido en todo un virtuoso del clarinete y el saxo y actuaba por primera vez como solista con la Orquesta Sinfónica Nacional de Cuba, en un concierto televisado a nivel nacional. Ese mismo año, D’Rivera y el pianista Chucho Valdés, fundaron la famosa Orquesta Cubana de Música Moderna, de la cual fue director durante algo más de dos años.

Ocho de los músicos de la Orquesta Cubana de Música Moderna, se unieron a otros tres para formar Irakere, cuya explosiva mezcla de jazz, rock, música clásica y música tradicional cubana no se había escuchado jamás.

“Me gusta este trabajo, si se puede llamar así. Todos mis amigos desde niño, heredados de mi padre, eran también músicos. Es parte de mi vida”, responde al ser preguntado por las razones que lo mantienen en activo.

Por nutrirse de “tantas fuentes distintas” afirma que “nunca” le ha invadido la sensación de estar repitiendo una fórmula y, quizás por modestia, asegura que no recuerda ninguno de los piropos que le han podido lanzar.

Entre sus planes pendientes está el disco de flamenco junto a Chano Domínguez: “Debo hacerlo cuanto antes, porque lo tengo en el tintero desde hace tiempo. Es, junto con volver a Cuba, una de las cosas que aún me quedan por hacer”, concluye.

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