Pablo Lyle comparece en Corte de Miami. El juez Fine le prohibe regresar a México

El actor mexicano Pablo Lyle se presentó esta mañana ante una audiencia judicial para enfrentar los cargos que se le imputan por la muerte de un cubano ocurrida en la ciudad de Miami.  El hecho ocurrió el pasado domingo 31 de marzo. El actor mexicano Pablo Lyle propinó un golpe al cubano identificado como Juan Ricardo Hernández, de 63 años de edad, quien cayó al suelo, se golpeó la cabeza contra el pavimento, quedó inconsciente y falleció horas después en el Jackson Memorial Hospital. Según la autopsia, Juan Ricardo sufrió un daño cerebral que le ocasionó su muerte.

Hoy Lyle debió escuchar cómo, lejos de solucionarse sus problemas, estos se incrementarán. El juez le prohibió regresar a México, que era el pedido solicitado por su abogado defensor: que le dejaran regresar a México a trabajar, para simple y llanamente “hacer dinero”. Lyle es el único sostén económico de su familia. La misma con la cual viajaba el día del fatícido incidente.

El juez Alan Fine dictaminó que el actor no podrá regresar a México hasta que no empiece el juicio aunque reconoció que Lyle no es un riesgo para la sociedad.

Sin embargo, dijo, “no encuentro motivos para dejarlo viajar a México”, así que le notificaron que continuaría en arresto domiciliario aunque con modificaciones.El actor podrá reunirse con sus abogados, visitar familiares e ir a la iglesia. Para hacerlo deberá ser autorizado por el oficial de arresto domiciliario que le atiende.

“Lyle deberá estar en la vivienda en la que se está quedando en Miami desde las 7 a.m. a las 6 p.m.”, aclaró el juez.

Lyle se encuentra en arresto domiciliario con un localizador GPS en su tobillo.

Debido a que los gastos de todo este proceso legal son muy costosos, los abogados han hecho una petición de permitirle al actor originario de México que pueda regresar a su país a trabajar y poder tener la posibilidad de reunir todo el dinero requerido. Esta fue la petición que negó el juez.

Uno de los abogados de la defensa, Philip Reizenstein, dijo que Lyle “no tenía ni idea de que esto iba a suceder, así que obviamente es un gran trastorno en su vida”.

“Él sabe que personas de todo el mundo, no solo de México, sus seguidores le están deseando lo mejor. Él sabe que todos los que entienden lo que significa tener una familia que está siendo atacada apoyan lo que él hizo,” expresó Reizenstein, pero el juez Fine no le hizo mucho caso a sus palabras.