Connect with us

Coronavirus Cuba

El nieto Sandro Castro y la propagación del covid-19

Published

on

En un estado “normal”, ese que no es Cuba, donde la aplicación de las leyes queda regulada según misteriosas manos que manejan misteriosos hilos, el nieto de Fidel Castro, Sandro Castro, tendría que acatar el mismo reglamento que un barrendero de la calle.

Sin embargo, como estamos hablando de Sandro Castro, el nieto de Fidel, y de Cuba, las cosas cambian. La “familia real” es tratada de modo diferenciado y diferente al resto de los mortales cubanos.

Sí, a muchos les han vendido la idea de que los cubanos de a pie, son ante la ley cubana, iguales que -por ejemplo- Tony Castro.

Claro que ningún cubano de a pie se pasea en un yate millonario por el mar Mediterráneo y visita islas frecuentadas por turistas de alto poder adquisitivo, donde un plato de pulpo en un restaurante no se baja de los 70 u 80 euros.



Sandro Castro sabe de todo ese lujo, y en medio de todo ese lujo fue criado; muy diferente a ese pueblo que día a día sale a la calle a buscar la forma de sobrevivir. Que se sepa, Sandro Castro jamás ha hecho la cola en una bodega o un agromercado. Es más: ¿alguien lo ha visto en una cola en una tienda de CUC o de MLC?

Donde sí ha sido visto este joven farandulero, amante de la diversión como su padre y su abuelo, es en una tremenda fiesta, disfrutando de cerveza y escuchando música, en medio de la pandemia del coronavirus.

 

View this post on Instagram

 

A post shared by Los Pichy Boys (@lospichyboys)

Si usted me pregunta a mí qué hacía Sandro Castro ahí, yo le respondería que divirtiéndose, como todo joven. El problema radica en que el gobierno que ayudó a cimentar su padre con escaramuzas, se encuentra actualmente castigando con multas y cárcel a quienes, en el actual panorama epidemiológico del país, organicen este tipo de encuentros en espacio cerrados.

Claro que Sandro Castro no es para nada tonto. Él sabe bien que nada pasará, porque si se aparece allí la policía, él saca su patente de corso y ahí mismo todo se queda como si en lugar de música alta hubiese un grandísimo silencio.



Él sabe incluso que, la “propagación de epidemia” fue lo que le sirvió al gobierno cubano como pretexto para asaltar la sede del Movimiento San Isidro el jueves pasado, en horas de la noche.

Sandro Castro está tan instruido que el domingo vio con sus propios ojos como en la llamada “Tángana Revolucionaria” se expuso a cientos de jóvenes en bandeja de plata para ser contagiados con la covid-19. Es decir: como en un acto revolucionario se violó el aislamiento social y se propagó evidentemente el covid-19.

Por eso es que “el heredero” se da el lujo de divertirse ¡y en muy buena compañía! A su lado están, según se puede apreciar en un video divulgado por los Pichy Boys en su cuenta de Instagram, el reguetonero cubano Alex Díaz; el cantante conocido como “El Boni”, ex de la Charanga Habanera, además de la lógica presencia femenina (entiéndase chicas). Todos en una pequeña habitación sin ningún tipo de distanciamiento social y sin nasobuco.

¿Le aplicarán a Sandro Castro la correspondiente multa por el delito de propagación de epidemias?

Un suceso similar, la filmación de un videoclip, sirvió de pretexto para multar con  3000 pesos moneda nacional al cantante líder de la agrupación Los Cuatro, Jorge Hernández, tras “el chivatazo” de la periodista oficialista Paquita de Armas Fonseca, quien en el medio Cubadebate criticó duramente a Jorgito y lo llamó, como mínimo, “irresponsable”.

¿Arremeterá esta vez Paquita contra Sandro Castro?

Sí, está bien.

Ariel P

tal vez quieras leer: Nieto de Fidel Castro dedica rap a vacuna cubana

Comentarios

LO MÁS TRENDING

LO MÁS VISTO