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El nuevo corto de Eduardo del Llano y su célebre personaje de Nicanor O´Donnell – interpretado una vez más por ese ACTOR que responde al nombre de Luis Alberto García – no se anda con muchos remilgos a la hora de criticar algunos de los problemas que enfrentan miles de realizadores de audiovisuales en la isla. Entre ellos los más trascendentales. Problemas y realizadores.

Rállame la Zanahoria” a todas luces resalta una vez más el viejo tema del artista que, dicho en buen cubano, no tiene ni donde caerse muerto.

Expone en un mismo set a dos genios: uno, verdadero, y otro “creado por la industria”. El primero robando en casa del segundo porque no se tiene “lo que (se) tenía que tener”; una frase que remata luego cuando expresa: “Por no tener, no tengo ni personalidad jurídica“.

La Ley de Cine, El Registro del Creador, los problemas del ICAIC, la falta de fondos para la realización de los filmes, problemas todos que afectan a la mayoría de los cineastas y actores cubanos de lo cual no escapa un genio como Del Llano, guionista y director de algunas de las piezas más importantes del cine cubano en los últimos años, todo puede resolverse cuando aparece “un mecenas” como Rigoberto “Papi la Amígdola” Rodríguez, el artista número uno dentro del género urbano en la isla; el más pegao, el que más billete tiene, el que lo puede todo; el amigo de Pitbull, y al que no le tiembla el pulso para dar con su mano medio millón de dólares si, Nicanor, accede a filmar su vida primero y luego dedicarse a las musarañas: hacer cine de época.

Habría que preguntarle a Del Llano pero, las similitudes entre “La Amígdola” Rodríguez y Alexander Delgado la voz líder de la agrupación Gente de Zona son más que evidentes, y la sátira sobre el personaje salpica y se extiende más allá de esa referencia.

“Rállame la zanahoria” versa sobre un problema estructural que a Del Llano le interesa decir, pero no ahondar. No obstante quienes estamos cerca del fenómeno lo entendemos todo. Incluso esa escena final, con la joven Andrea Doimeadiós vistiéndose de “Lucía” (Humberto Solás, 1968), una excelente actriz que cada día se nos antoja más impresionante y que si nos guiamos por lo que ella expresa en la obra, quiere ser la próxima Isabel Santos en el cine cubano. ¿O lo dijo porque tenía a Luis Alberto delante?

¡Basta de palabras! Disfrutemos de lo último de Nicanor O Donnell y adentrómonos en una pregunta dicha a tono con la obra: ¿Y el Cine Cubano pa cuándo?

 

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