Eduardo del Llano contra actos de repudio

Eduardo del Llano afina la puntería esta vez y da en el blanco con relación a los actos de repudio de que fueron víctimas jóvenes artistas del Movimiento San Isidro.

No podía esperarse otra cosa de Eduardo del Llano. Sí, ese controversial director, guionista, escritor, opinador en Facebook, etc. y etc. no podía menos que estar en contra de los actos de repudio de los que fueron víctimas los jóvenes artistas pertenecientes al Movimiento San Isidro. Tampoco fuera él, Eduardo Del Llano, si no lo expresaba públicamente.

El hombre que últimamente ha estado según el criterio de muchos, desacertado en muchas cosas -claro, es humano, no es perfecto y no todos podemos pensar igual- ahora parece ser que apuntó bien con la escopeta y dio el tiro en la diana. La verdad es que la escopeta es la misma, y si Eduardo Del Llano hubiese apuntado hacia otro lado, ahora mismo yo iba y le exigía que me diese un 5 en la prueba donde él, inmisericorde, me dio un tres raspado la única vez que -¡gracias a Dios!- me dio clase en Artes y Letras.

“No se trata de hasta qué punto estoy de acuerdo o no con sus ideas, sino con su inalienable derecho a expresarlas”

Así comenzó su ráfaga Eduardo Del Llano en Facebook para luego expresar que “impedir que un grupo de jóvenes se manifieste pacíficamente, no dejarlos salir de casa empleando para ello a un grupo de testaferros dudosamente espontáneos, es un acto de violencia, y desde luego violatorio de los derechos humanos.”

El destacado director de los Nicanor, dijo posteriormente que “no se puede acorralar al opositor, al disidente, al descontento como si fuese mero ciudadano de segunda, carne de pogrom y linchamiento.”

“Negarles la posibilidad de expresarse, de reunirse, de protestar, de representación parlamentaria, no tiene nada de democrático; meterlos a todos en el mismo saco de agentes enemigos es un insulto a la inteligencia,” apuntó más adelante.

“Ahora bien, ¿se trata de no dejar salir de casa al que se estima potencialmente conflictivo? Vale, impidamos el libre desplazamiento del ministro que dice tonterías, del dirigente que medra a mil leguas de la realidad, del periodista complaciente y el policía abusivo, del ciudadano que se presta para un acto de repudio. Arresto domiciliario para el corrupto, el inepto, el mediocre y el mentiroso. Que no vean la luz el represor y el oportunista,” expresó Del Llano sin tener en cuenta que en algún momento alguien -porque claro, no todos pensamos igual- pueda decir que él tampoco merece salir a la calle.

De hecho, no hubiera merecido salir a la calle, nunca, Del Llano si del mismo modo en que juzgan a los jóvenes de San Isidro, hubiesen juzgado sus cortos, folletos y cuentos, llenos de denuncias, desde la primera hoja hasta la última, de las miles de chapucerías burocráticas y “gobernativas” del país donde vive Del Llano, hace más de 50 años.

De hecho, no lo hubiesen dejado jamás hacer un chiste en el grupo humorístico Nos-y-Otros, del cual fue fundador, pero tuvo la suerte Eduardo de que en la época que le tocó vivir, al parecer en el Ministerio de Cultura reinaba la cordura, la gente era mucho más culta y tenían fresco en la memoria los terribles años del Quinquenio Gris; así que se reservaban las escaramuzas de repudio no a los humoristas o artistas, sino a los que abiertamente dijeron en el 80´que querían irse del país.

Esto de los actos de repudio tiene un tufo tan maliciosamente malo, que hasta Del Llano, que no parece coger mucha lucha con la vida, le ha dado un puntapiés.

Octavio Pedraza

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