Mundial Rusia 2018: Los duros se matan entre sí

Para nadie es un secreto que a este Mundial de Fútbol Rusia 2018 no le han faltado goles, ni sorpresas, ni pésimos arbitrajes.

El primer fantasma apareció con la eliminación de la archifavorita Alemania; un país que, a no dudarlo, era de los favoritos pero que inexplicablemente se fue a casa en la primera ronda con dos derrotas, una ante México por 1 gol a 0, y otra ante ¡Corea del Sur! con marcador de 2 goles a 0.

También se fueron Argentina, España – por hablar de otros dos grandes que ya no están – y Portugal, la actual campeona de Europa, también cogió el bus de regreso a casa.

Colombia fue perjudicada evidentemente por el árbitro norteamericano Mark Greiger, un hombre que ya había sido sancionado en el 2015 por pitar desastrosamente en un partido de la Copa de Oro; y por si fuera poco, ahora, “de manera curiosa” todos los equipos duros que quedan, “se matan entre sí”, del mismo lado del cruce de Cuartos y en Semifinales, dando la posibilidad a que, del lado de allá del organigrama, lleguen a la final equipos como Suecia, Rusia, Croacia o Inglaterra.

No voy a demeritar a la anfritiona, que eliminó a España, ni tampoco voy a demeritar el juego de Croacia que, excepto el último partido, había venido demostrando “síntomas” para llegar a la final, pero ni Inglaterra ni Suecia, ni tampoco Rusia, son países para estar en una final de Copa del Mundo. No en este 2018.

Ahí, deberían estar, o Brasil, o Francia, o Uruguay, o el “sorprendente” Bélgica.

Sí, amigos, los cuatro equipos que mejor han lucido en esta Copa, se van a matar en el cruce. De ahí, de esos cuatro, debe estar el campeón. Y todos, absolutamente todos, tienen más méritos que todos los que pudieran acumular juntos suecos, rusos, ingleses o croatas.

Pero así de caprichoso es a veces el fútbol, y esto – o parecido – ya lo hemos vivido, cuando en mundiales anteriores hemos asistido al “desguace” entre alemanes y franceses, italianos y españoles, brasileños y argentinos…

¿Apuestas? La única apuesta segura es que, con la eliminación en las próximas horas de dos de estos últimos cuatro equipos mencionados, otros dos, por el otro lado del organigrama avanzarán sin más gloria futbolística que los primeros; y muy probablemente terminen por encima en la tabla final, sin que su fútbol alcance a ser tres cuartas partes del de Brasil, Bélgica, Francia o Uruguay.