Muchos jóvenes cubanos no cambian el reguetón por la lectura

Por Flavia Viamontes

“La Noche de los Libros” o “Lecturas de Verano” son pequeños espacios que desde hace varios años las autoridades literarias y culturales de Cuba se empeñan en organizar para estimular el ya perdido hábito de la lectura entre,  sobre todo, los más jóvenes. Pero también como un precario espacio de esparcimiento dirigido a ese sector poblacional, cuya mayoría no cambia un libro por el  reguetón del momento.

Estos espacios se suman a la majestuosa Feria del Libro que cada año se organiza en el mes de febrero en La Habana,  como sede principal,  y que posteriormente viaja a algunas provincias del país, pero de manera más discreta.

Estas pequeñas ferias destinadas al período estival vienen precedidas de estudios y encuestas que el Observatorio Cubano del Libro y la Literatura aplica cada año y cuyos resultados siempre arrojan que los cubanos cada vez leen menos.

Estas pesquisas apenas tienen divulgación en la prensa u otros espacios lo que dificulta grandemente medir científicamente el índice de lectura de los cubanos.

La más reciente encuesta “¿Leemos en verano?” intentó determinar hasta qué punto leer es una prioridad para la población capitalina en los meses estivales.

La mayoría de los interrogados fueron jóvenes universitarios que respondieron no encontrar en el libro el principal placer para el esparcimiento. La falta de tiempo es la razón que más pesa para no leer y que no hallan siempre lecturas de su preferencia.

Asevera buena parte de este sector que solo leen los que su profesor les orienta y otro gran número, sobre todo de adolescentes, manifestó un poco o nulo interés por la lectura.

La novela resultó el género más buscado por excelencia y los precios que hoy ofertan los volúmenes en librerías y ferias, son caros, de acuerdo con los encuestados.

Sobre qué otras actividades desarrollan en el verano en su tiempo libre, la televisión ocupó el primer lugar, seguida de cerca por la asistencia a playa, bares, discotecas o conciertos.

Las librerías continúan siendo el sitio donde los participantes en el estudio compran libros en el verano según la mayoría de los votos,  aunque otros declararon comprar libros a particulares, en puntos de venta, festivales del libro, “Lecturas de Verano” y Arte en La Rampa.

Se añade a estas limitaciones la problemática de que no se encuentran ni ofertan libros tan demandados como los de la saga de Harry Potter, El Señor de los Anillos o Crepúsculo, de acuerdo con la preferencias. Es entonces cuando el libro electrónico se convierte en protagonista y atrae a estos nuevos lectores nacidos en la era digital.

Además de los escasos recursos que existen en Cuba, incluso para desarrollar la literatura, este último aspecto no es una tendencia exclusiva del entorno de la isla. En el mundo cada vez se lee menos y se pierde el hábito de lectura. En nuestra nación se desvanece.