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Cuba

Ministra que no va a Coppelia habla sobre el pan malo

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El pan y el helado Coppelia fueron a discusión ayer en la Mesa Redonda de la Televisión Cubana. La Ministra del MINCIN demostró que no come ni uno ni otro; y que al Coppelia no va desde el año de la corneta.

La Ministra cubana de Comercio Interior de la República de Cuba, Betsy Díaz Velázquez, demostró ayer durante su comparecencia en la Mesa Redonda dos cosas: una, que no va desde las calendas griegas al Coppelia de La Habana (no a hacer la cola para comer -tomar- helado); dos, que ella no se come el pan normado, esa cosa que dan por la bodega de tan mala calidad en ocasiones.

Incluso, Betsy demostró una tercera: que ella habla de lo que le da la reverendísima gana.

Durante su intervención, ayer, Betsy chapoleteó sobre un discurso y criterios, que parece ella haber oído o leído en alguna parte.

Sin dudas, al hablar de “helado de coppelia” -no del que venden en Coppelia aunque parezca lo mismo- Betsy se echó para alante ella misma como un carrito de helado. La calidad del helado en ese establecimiento desde hace un buen tiempo para acá, según varios testimonios de gente que va allí regularmente, no es precisamente “de coppelia”.

De hecho, no es bueno el helado. “No es como el de antes”, me asegura vía chat un amigo de estudios universitarios.

¿Qué diría, pienso yo, mi compañero de tesis, Lázaro Romero, que en paz descanse su alma, pinareño, y recordista absoluto hasta que alguien me demuestre lo contrario, de mayor consumidor de helado en el Coppelia en una sola tanda con 23 bolas; de aquellas que vendían a $0.50 CUP y no estas de ahora que valían, hasta ayer, $7 CUP?

Sin dudas Betsy hace rato que no deposita su cuerpo sobre una silla ni en la llamada “cancha”, ni en La Torre de Coppelia como el más mortal de los mortales habaneros. Y si eso no pasó desapercibido para los internautas, mucho menos se le escapó al ojo agudo del humorista Jorge Fernández Era. Veamos cómo lo vio él, que seguramente lo explicará tan bien como nosotros.

 

Ministra de Comercio Interior aborda el tema de lo que no se come

Entre las otras cosas de las que habló Betsy, ¡fíjense qué interesante!, estuvo “el pan”. ¿Qué dijo?

Más bien reconoció que es “continuidad”. O sea: se sigue elaborando con la misma mala calidad de siempre.

Muestra de ello es que -argumentó- hasta un 13 % de la población en Cuba rechazó el pan con su nuevo precio, pero repetimos: con la misma baja calidad de siempre.

Al hablar de aquel pan subisidiado que se vendía a $0,05 centavos y que ahora se vende a caña, Díaz Velázquez dijo que con su nuevo precio las personas prefieren no comprarlo y critican su mala calidad.

El problema está en, como pudiera leer en internet hace unas horas, la gente lo pagaba y no protestaba porque costaba barato; pero ahora, se lo multiplicaron por 20 el precio, no tienen por qué quedarse callados, porque en teoría, debería venir con mejor calidad. Si pagas más, se exige más. Así es la ley de la vida.

La funcionaria dijo que se realizaron más de 230 inspecciones en panaderías de 15 provincias, y que en todas estas revisiones se detectaron irregularidades y se aplicaron medidas disciplinarias, porque la relación calidad-precio no es la que debía existir.

“En las provincias de Cienfuegos, Sancti Spíritus y Granma, entre un 13 % y un 14 % de la población no compró el producto”, aclaró la ministra y reconoció que el problema de la mala calidad del pan no es nuevo.

No sabemos si entre las deficiencias detectadas están los panaderos que fuman mientras elaboran la masa; la harina que se recoge del suelo; o los panaderos que van al baño y regresan a manosear la masa sin lavarse las manos, hechos estos muy comunes en cualquier panadería y cualquiera que trabaje en una, conoce que se cumple casi que “de manual”.

Sobre ese mismo tema, el pan, habló horas antes, en la revista Buenos Días, Yosvany Pupo, director general de Servicios del Ministerio de Comercio Interior (Mincin).

Este otro funcionario explicó que el costo del producto es de 0.97 centavos, con un margen comercial solo de 0,3 centavos. Continúa siendo subsidiado y dijo que lo que hay que hacer -lo que la población tiene que hacer porque, evidentemente, él tampoco se come “ese pan”-, es exigir que este cumpla con los requerimientos dispuestos.

Pupo habló de problemas de infraestructura para su elaboración, pero admitió que otros problemas tienen que ver con “el panadero”; y dijo que se adoptarán medidas disciplinarias contra los infractores donde sea preciso; aunque esto, claro está, no acaba con el problema. El infractor en la mayoría de los casos es alguien que tuvo la mala suerte de recibir los palos por culpa de otro, o alguien sorprendido haciendo lo que todos hacen.

Tuvo un momento “de gloria” Betsy, ayer, cuando en la Mesa Redonda Randy Alonso le preguntó sobre el margen comercial para la venta de USD.

La funcionaria olvidó que ella debe responder las preguntas del periodista -aunque Randy malamente se comporta como un lector de guión- y le dijo que de eso hablaría más tarde, que ahora hablaría de lo que ella estaba hablando o de lo que iba a hablar. Acto seguido hizo caso omiso de la pregunta de Alonso y siguió hablando de lo que tenía pautado en el papel que tenía enfrente.

Ariel P.

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