Meliá insiste en que sus operaciones en Cuba son legales

Meliá Hotels International ha insistido en que sus negocios en Cuba se ajustan a la legalidad y que no es propietaria de ninguno que pueda ser expropiado por ciudadanos de Estados Unidos, según informa la agencia española EFE.

La propia fuente indica que la compañía hotelera, con sede principal en la isla de Mallorca, dice que su postura continúa siendo la misma que la del pasado 17 de abril, cuando mediante un comunicado reiteró no ser dueña “de bienes o participaciones de bienes que pudieran ser objeto de potencial reclamación tras su expropiación en la década de 1960”, y aclaró entonces que “de dirigirse alguna reclamación contra algún hotel, el papel de Meliá sería el de meros gestores hoteleros”.

Ayer martes el bufete de abogados Rivero Mestre, con sede en Miami, presentó una demanda colectiva contra varios grupos hoteleros que actualmente controla el gobierno cubano. Según la información que publicaron varios medios de prensa de Miami, en la demanda estaban incluidos el Grupo Hotelero Gran Caribe, Corporación de Comercio y Turismo Internacional Cubanacán S.A., Grupo de Turismo Gaviota S.A., y Corporación Cimex S.A., entre otros.

En el caso de la compañía española era mencionada en la acción judicial presentada en Miami por los letrados en representación de la familia Mata, pero todavía no está siendo demandada. Andrés Rivero, uno de los abogados del bufete, aclaró que Meliá sí ha recibido notificación en sus sedes corporativas en EEUU, España y Cuba. Ahora la empresa hotelera tiene un plazo de 30 días para compensar económicamente a los demandantes. Si no proceden a pagar, pues la demanda seguiría su curso, y el monto podría triplicarse.

La familia Mata quiere ser retribuida, tras la activación del título III de la ley Helms-Burton, por el uso del hotel San Carlos, de Cienfuegos. La instalación es administrada actualmente por una empresa mixta entre Meliá y la cadena cubana Gran Caribe, con el nombre de Meliá San Carlos. El hotel San Carlos, aseguran sus descendientes era propiedad de Antonio Mata Álvarez, cuando les fue arrebatado sin compensación económica alguna en diciembre de 1962.