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Cuba

Absurda medida estatal sobre los precios de viviendas en Cuba

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Por María Carla Prieto

Mediante el Acuerdo del Consejo de Ministros 8641/2019, el gobierno cubano fija el costo de las viviendas entregadas por el Estado a personas naturales o jurídicas y elimina los subsidios

Las cosas de mi país no dejan de sorprenderme. A partir del próximo 29 de septiembre entrará en vigor el Acuerdo del Consejo de Ministros 8641/2019, en el cual se estipula el costo de las viviendas entregadas por el Estado cubano a personas naturales o jurídicas, y que se corresponderá con el precio original de la construcción, lo que elimina los subsidios.

Cuba es si acaso el único país donde no puede obtenerse una vivienda de primera mano, pues el enorme déficit habitacional que existe, a 66 años de La Historia me Absolverá, no lo permite.

Más de medio siglo ha pasado desde que Fidel Castro pronunciara su famoso alegato de autodefensa, y prometiera al pueblo cubano el acceso a una vivienda digna. Aún nadie ha visto que se cumpla, por el contrario. Cada día aumenta el número de edificios que se caen a consecuencia del paso del tiempo, de los malos materiales empleados a veces y la no restauración de los inmuebles. Son muchas las familias que tienen que seguir en casas cuyo dictamen técnico desde hace tiempo arrojó riesgo de derrumbe, pues los albergues no dan abasto.

Por si toda esta situación no fuese suficiente, el Estado, con miras un poco dudosas de ayudar a su pueblo, le pide al cubano medio –cuyo salario ronda los 777 pesos, según la Oficina Nacional de Estadística e Información– que pague un precio más alto por las viviendas que esperan con ansias desde hace años.

La justificación que se da, de acuerdo con la versión del diario oficialista Granma está relacionada con el alcance de la justicia y la equidad, pues una vivienda media puede costar entre 6 000 y 8 000 pesos, que no es ni lejanamente el valor de lo que el Estado invierte en ellas.

La pregunta es: ¿puede el Estado cobrar lo que realmente cuesta una vivienda en Cuba? Por supuesto que no. Ni siquiera el aumento salarial puede ayudar a costear esos gastos. Si para adeudar un monto subsidiado, el cubano de a pie puede emplear 10 o 12 años, ¿a quién se le ocurre subir estos precios?

Santiago Herrera Linares, director de Asuntos Legales de la Vivienda del Ministerio de la Construcción, declaró a Granma que la iniciativa busca amparar a todos y “no es una cuestión de mercado”, por lo que las personas incapaces de asumir el gasto de la casa, la obtendrán en usufructo hasta poseer la solvencia económica para reclamarla y, por ende, comenzar con los pagos de manera regular.

No piense nadie que los inmuebles que se ofertan son de primera calidad. Dania y sus dos hijos permanecen en el albergue sito en la calle A, entre 17 y 19, desde hace diez años. Al conocer de la propuesta no puede ocultar su indignación. “¿Cómo van a hacer eso? ¿Tú has visto las casas para las que te mandan? Hace poco, a algunas personas de aquí les asignaron un apartamento de esos nuevos, en lo último de La Lisa. Aquello es cartón tabla, dicen ellos que venezolano, pero a los tres meses fui a ver a la amiguita mía y ya eso estaba desbaratado: se mojaba, tenía un foso de aguas albañales delante, lo peor”.

Quienes quieran remodelar su vivienda también tienen espacio en la nueva disposición. En este momento, los ciudadanos debemos asumir el cien por ciento del costo de los materiales, abonables de una sola vez o en “cómodas cuotas”.

Cuando me refiero a materiales, el Estado puede adelantar los costos totales de estos, asumiendo, claro está, el precio estipulado por las entidades encargadas de la venta y distribución de los mismos, y que dista mucho de los establecidos en el sector cuentapropista. Debo recordarles que si dependemos del Rastro, no levantamos ni un muro.

¿Puede significar esta medida que el Gobierno cubano tendrá casas para vender a los jóvenes, como en cualquier país del mundo? Claro que no, pues la isla necesita unas 930 000 viviendas para los núcleos conformados, y con un ritmo de construcción tan bajo, no existen esperanzas.

Y entonces, ¿cuál es el motivo de esta medida? Bueno, según Granma, “el país está llamando a un ordenamiento que propicie la racionalidad económica, en función de poner los recursos allí donde son más necesarios”. Creo yo que esta es una maniobra para sacarnos el aumento salarial. ¿Qué te pensabas?

 


 

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