La Fiscalía en Holguín procesa actualmente el expediente de fase preparatoria de más de 30 sujetos acusados de participar en el delito conocido como “hurto y sacrificio de ganado mayor”, uno de los más severamente penados en el actual código penal cubano.
Según revela un reportaje publicado en el oficialista Noticiero Nacional de Televisión, se trata de personas con diverso grado de participación en la comisión del delito.
Los hay, desde los clásicos matarifes -el que le mete la puñalada a la vaca (o el caballo)- hasta los receptadores de la carne, pasando lógicamente por el que le aguanta la pata al animal.
Son más de ocho grupos, que actuaban en el municipio de Cacocum, Calixto García, Jíbara, Rafael Freire, Urbano Noris y la ciudad capital del territorio de Holguín.
Los implicados, dijo el reportaje del NTV, actuaron en más de 50 hechos de esta tipicidad delictiva.
No todos el ganado sustraído fue pasado por el cuchillo in situ. Los malechores, dice el reportaje, los robaban, trasladaban y vendían “en pie” las bestias. Lógicamente, a ningún receptador le convenía tener un ganado marcado, por lo que estos de un modo u otro terminaban siendo sacrificados, aunque ya no por aquellos que los hurtaron del potrero, que, es cierto, los vendían a un menor precio y sin tener mayores ganancias monetarias con la venta de las carnes, pero se quitaban un problema de encima.
Todos los acusados se encuentran “asegurados con prisión provisional” en Holguín. Se ocuparon más de mil libras de carne de ganado mayor y se lograron recuperar nueve equinos.
El delito convocó, dijo el Ministerio del Interior, la participación del pueblo, que de un modo u otro permitió desarticular el proceder de estos matarifes. Solo quien ha cuidado con esmero un animal, desde su nacimiento, hasta su etapa adulta, conoce el dolor de que le sea sustraída la bestia.
por Ariel P.
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