La buena acción de un botero cubano: transporta personas sin cobrar pasaje

La historia de un transportista cubano, el tunero Luis Manuel Cano, asombra por poco dada a la credibilidad. Este “botero” hizo en días pasados el recorrido entre dos municipios de la provincia Las Tunas, (Puerto Padre a Vázquez) y lo transformó en una buena acción. ¿Qué hizo? Pues decidió no cobrar el pasaje.

De esta manera lo relató en Facebook Liliana López Ramos, periodista de la Emisora Provincial Radio Victoria, de la cabecera provincial de Las Tunas.

“Luis Manuel Cano hizo el recorrido de Puerto Padre a Vázquez como cualquier otro día. El propietario del camión de transporte de pasajeros paró para montar a las primeras personas en la Rotonda de la Villa Azul. Los viajeros tras la larga espera por un vehículo en tiempos de crisis del transporte, extendieron prestos la mano para pagar por el servicio, el también propietario decidió hacer su buena acción del día y ofreció un viaje de cortesía, a los totales desconocidos.

Así, una y otra vez, el dueño del camión rojo de Puerto Padre a Las Tunas, puso pausa a su travesía para recoger a quienes demandaban el servicio.

En la Escuela Pedagógica Rigoberto Batista Chapman, se encontraba una ola de adolescentes que contagiaron con su algarabía el espacio del vehículo y completaron el casi centenar de capacidades del camión.

Al llegar a Vázquez y ante la perspectiva de lo poco común del recorrido se sugirió compartir lo ocurrido, como respuesta dio autorización para unas fotos y a la historia…para la entrevista estaba apurado, pues tenía que hacer una gestión. Sin embargo, Luis Manuel Cano, el porteador privado, olvidó su premura y cumplió con cada una de las paradas de la ruta hasta llegar al destino planeado en Vázquez sin cobrar, ni un solo centavo a ninguno de los casi 50 pasajeros.”

Dos personas confirmaron a Cuballama que Cano “es un buena gente” y que su familia son “gente honrada y decente” y “muy queridos, por todos los que los conocen”.

Sin dudas, historias así, nos llenan de júbilo y orgullo. Sobre todo en momentos en que la crisis del transporte en Cuba golpea a no pocas familias de bajos recursos.

Ojalá Cuba tuviese muchos más “boteros” como Cano. ¿Verdad?