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Katie Bouman, la joven que diseñó el algoritmo para capturar un agujero negro

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La comunidad científica celebró en las últimas horas la captura de una imagen de un agujero negro, y con la imagen “la caída” de uno de los mayores ¿mitos? en la historia del Universo. Algo que se sabía que existía, pero que hasta el momento no había podido ser comprobada su existencia. No de esta manera.

La imagen del agujero negro capturado en las cercanías de la constelación de Virgo no solo sorprendió a los amantes de los astros y de las ciencias, sino también a toda la comunidad internacional. Fue un digo homenaje a Kepler, Einstein, Hawkings… y tras ese homenaje estuvo la mano de una joven científica, Katie Bouman, la joven que lideró el grupo que diseñó el algoritmo que permitió capturar la imagen “del monstruo”.

El rostro de Katie, tras la captura de la imagen más valiosa que ojos humanos hayan podido apreciar, muestra la felicidad más pura. Fueron tres años de esfuerzos, noches sin dormir; ideas, unas sobre otras. Ya todo lo que alguna vez soñó esta joven graduada del Colegio MIT es una realidad.

Tiene 29 años, una edad en la que aún muchos como ella no saben ni qué es la vida; y ella ha descubierto uno de los misterios más grandes que dio origen a la vida.

Puede parecer una colegiala más; una joven más entre muchos jóvenes en un concierto; pero ha sido ella, y solo ella, quien lideró todo un equipo internacional de más de 200 investigadores para capturar, como dijo CNN, la imagen de una naranja en la Luna usando tu smartphone.

Hace tres años Bouman propuso la idea; es decir, diseñó el algoritmo. Era entonces apenas una estudiante graduada en ciencias de la computación e inteligencia artificial en el Instituto de Tecnología de Massachusetts, uno – si no el más – de los institutos más prestigiosos del mundo.

Su algoritmo no pretendía capturar la imagen de una mosca en el plato del desayuno del vecino de enfrente. No. El algoritmo pretendía capturar la imagen del llamado M87, un agujero negro que se suponía su existencia cercano a la constelación de Virgo. Un “monstruo” con una masa equivalente a seis mil doscientos millones de masas solares y ubicado tan lejos como cincuenta y cinco millones de años luz de distancia de la tierra. Si la velocidad de la luz en el vacío es una constante universal con el valor 299 792 458 m/s (186 282,397 millas/s), estamos hablando de que, una luz encendida en la Tierra pudiera verse en el M87 – o viceversa – tras 55 millones de años luego de ser emitida; pero no años corrientes como los que conocemos, sino un año luz.

Por definición, estamos hablando de algo que parecía invisible. No solo para el ojo humano. No solo para algunos telescopios.

Fue por ello que se hizo necesario crear una red global de telescopios conocida como el proyecto del Telescopio Event Horizon, para recolectar millones de gigabytes de datos sobre M87 utilizando una técnica conocida como interferometría; pero para llenar los “huecos” que tiene esta técnica fue que se hizo indispensable el talento de esta joven de 29 años. Fue ella, con su algortimo noveodoso, la que pudo crear las líneas de códigos necesarias para reconstruir la imagen del M87.

¿El resultado? Dice CNN que se trata de “una imagen innovadora de una estructura ladeada y en forma de anillo que Albert Einstein predijo hace más de un siglo en su teoría de la relatividad general.”

Los miembros del equipo de Bouman hicieron importantes contribuciones al proyecto; los científicos “superiores” trabajaron en el proyecto, pero la parte de la imagen fue dirigida principalmente por investigadores jóvenes, como estudiantes graduados y postdoctorados.

¿Cómo lo hizo? Aquí ella explica “cómo es que podía hacerlo”, aún sin haberlo logrado.

Bouman intenta quitarse responsabilidades y peso de encima con una modestia que pasma. Y dice:

“Ninguno de nosotros podría haberlo hecho solo.”

Sin embargo el mundo ya comienza a revelar la verdad. Y la verdad es esta. Ha sido ella, esta joven de 29 años que comenzará a enseñar como profesor asistente en el Instituto de Tecnología de California en el otoño próximo, quien logró capturar “un monstruo” de seis mil doscientos millones de masas solares, ubicado tan lejos como cincuenta y cinco millones de años luz de distancia de la tierra.

Fue ella quien logró “la imagen de la naranja en la Luna, apenas con una foto hecha por su smartphone”.

 

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