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Un adolescente indonesio nombrado Aldi Novel Adilang, sobrevivió milagrosamente luego de estar a la deriva en el mar durante 49 días en una trampa para peces flotante, dijo esta mañana el diario indonesio Jakarta Post.

El joven, que regresó a Indonesia y ya se encuentra sano y salvo junto a su familia, fue rescatado por un barco con bandera panameña. el MV Arpeggio, frente a Guam el pasado 31 de agosto. “La balsa” se encontraba flotando a aproximadamente 1,200 millas de su ubicación original, dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores del país.

Aldi Novel Adilang le dijo a Associated Press que desde los 16 años trabaja como encendedor de lámpara en una rompong, una especie de balsa de madera con una cabaña en la parte superior que se ilumina por la noche para atraer peces.

Courtesy of KJRI Osaka/

La suya estaba amarrada a 78 millas de la costa de Sulawesi del Norte, cuando debido a la fuerte fricción por las marejadas, esta se desprendió de su ancla con el chico a bordo.

El barco que lo rescató no fue el único que Aldi Adilang vio durante los muchos días de agonía en el mar. Según el joven, de apenas 19 años, fueron varios los barcos que pasaron de largo sin percatarse de su presencia, a pesar de que el joven cada vez que vio uno de ellos encendió una lámpara para advertirlos.

Afortunadamente el pasado 31 de agosto el barco de bandera panameña pasó más cerca y pudo divisar la luz y escucharle  pedir auxilio a través de su Handy Talkie (HT), una especie de radio portátil o walkie-talkie.

“Era temprano en la mañana del 31 de agosto cuando vi el barco y encendí la lámpara y grité ‘ayuda’ usando el HT’, dijo a AP. “El barco había pasado aproximadamente una milla, pero luego se volvió hacia mí. Podría ser porque utilicé la palabra en inglés”, expresó.

Courtesy of KJRI Osaka/

El barco luego de rescatar al joven prosiguió su travesía hacia Japón, donde contactó a la misión indonesia apenas atracó en Tokuyama. Ffuncionarios del consulado de Osaka lo recogieron el 6 de septiembre, dijo el consulado en una declaración. Regresó a Indonesia el pasado 8 de septiembre.

Courtesy of KJRI Osaka/

Según su madre, estas balsas de pesca a veces se encuentran a kilómetros de la orilla. Quienes trabajan en ella, llevan alimentos y combustible para apenas una semana. Una vez por semana, son recogidos y trasladados de vuelta a la costa.

“Estuve en la balsa por un mes y 18 días. Mi comida se acabó después de la primera semana ‘, dijo Adilang.

Esta fue la tercera vez que la balsa del adolescente se había desprendido de su ancla. Las dos veces anteriores había sido rescatado por el barco de su propietario, dijo el chico cuando fue entrevistado por los medios.

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