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Cuba

“Premio” a Humberto López y Lázaro Alonso confirma el desparpajo

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Lázaro Manuel Alonso y Humberto López Camejo tienen un turbio pasado y al oficialismo le molesta que vecinos y colegas que los conocen lo expongan a la luz pública.

Lo llaman “difamaciones y calumnias” pero, ¿aceptarían investigar al menos, las dos casas que posee Lázaro Manuel Alonso en La Habana? ¿El origen de un auto Toyota propiedad de Humberto López?

El oficialismo cubano premió a sus dos piezas televisivas del momento, los locutores y presentadores de la Revista Buenos Días y devenidas “estrellas” dentro del cada vez menos profesional Sistema de Información de la Televisión Cubana, Lázaro Manuel Alonso y Humberto López Camejo, confirmándose así, además, la poca vergüenza que tiene el oficialismo.

En la defensa de estos dos pejes, con una trayectoria no muy diáfana que digamos, han mezclado ataques en las redes sociales con críticas, así como que algún que otro trabajo investigativo.

Sin embargo, al llamado “castrismo” le molesta todo; y parece molestarle demasiado que la gente que conoce a Lázaro Manuel Alfonso y a Humberto López, “de atrás”, hayan saltado a decir, con pruebas además, de algunas conductas inapropiadas de ambos, que ponen muy en entredicho la pretendida honestidad, sinceridad, decoro y moral de la que hacen alarde ambos.

A saber, algunas de ellas, confirmadas por vecinos y amigos, tanto del barrio como de la escuela y centros de trabajo.



Lázaro Manuel Alonso recibe remesa y bastante sustanciosa, por cierto, de una pareja suya residente en Miami. Tiene dos casas en La Habana, y según el testimonio de un compañero de estudios, en su época de estudiante, utilizaba los megas que le daban en el ICRT para investigar, chateando con esta pareja suya en Miami. Por si fuera poco, meses atrás, opinaba maravillas del escritor y periodista, Carlos Manuel Álvarez, amigo suyo y compañero de estudios en la Facultad de Periodismo de la Universidad de La Habana. “Sugería” además, la posibilidad de abrirse camino por otros destinos, toda vez que sus formas de hacer periodismo no eran muy bien vistas por sus jefes. Meses después, le asestaba una grosera puñalada a Carlos Manuel, difamando y mintiendo, a sabiendas de lo que hace y cómo y por qué lo hacía, en la televisión nacional.

Humberto López, a quien le han puesto el apodo de Humbrete, no es tan sagaz e inteligente como quieren hacerlo ver. A duras penas terminó 12 grado. Mintió, al entrar en Radio Llanura, en Colón, cuando dijo que sí, que era bachiller. No se ha podido corroborar pero dicen que “falsificó un Certificado de 12 grado”, cuando en el medio se les comenzó a exigir doce grado a sus locutores. Otras fuentes dicen que no, que salió de Radio Llanura, se metió a mitad de curso -por la influencia ejercida en el Ministerio de Educación del municipio de Colón por su padre, figura de reconocido prestigio en la localidad- y terminó el 12 grado. Posterior a eso, se graduó de universitario en ese invento de la “Universalización Municipal”.

Un vecino suyo atestigua bajo juramento de palabra, que en su casa, su madre que era Presidenta del CDR, traficaba con alimentos e insumos de primera necesidad y que Humberto la ayudaba en esas labores. El mismo vecino y un camarógrafo de la TV de Matanzas, aseguran además, bajo juramento, que le fue infiel a una pareja suya.

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Evidentemente, no parecen ser muy honestos ambos que digamos ni Humberto ni Lazarito. Son hechos confirmados, expuestos incluso, en redes sociales; con nombres y apellidos, capturas de chat y “firmados y acuñados”.

De un lado eso; del otro, lo que han estado haciendo ellos mismos en la Televisión, desde el 27 de noviembre e incluso un poco antes de esa fecha.

¿La UPEC se molesta por lo que llaman campañas difamatorias a través de las redes sociales? Bien, en contraposición a eso, el Sistema Informativo de la Televisión Cubana, a través de sus medios públicos, pertenecientes al pueblo y pagados por el bolsillo del pueblo, ha usado esos medios para difamar de no pocas personas; en el último mes, su campaña se ha centrado sobre varios de los acuartelados de San Isidro y artistas presentes en el llamado plantón frente al Ministerio de Cultura el 27 de noviembre. Humberto López y Lázaro Manuel Alonso, con la anuencia del todopoderoso gobierno, sin pruebas algunas, han utilizado imágenes y grabaciones sin el consentimiento explícito para hacerlo, de algunas personas a las que intentan hacer ver como “enemigos del pueblo”, “gente que quiere subvertir los logros de la Revolución”, “mercenarios” y “financiados por el gobierno de EE.UU.” en una rara mescolanza de imágenes y sonidos, intercalando actos terroristas de por medio, hablando de incendios actuales, no comprobados, con tomas hechas en años anteriores de otros incendios en otros lugares.

Lázaro Manuel Alonso y Humberto López, han manipulado periodísticamente hechos y sucesos, en detrimento de la honra de no pocas personas. Y, ¿el Estado los defiende? ¿La UPEC dice los protegerá “con espada y escudo”?



Nadie mejor que el crítico de arte, e historiador, Gustavo Arcos para decirlo y resumirlo.

“Acabo de leer, que la UPEC ha premiado a Humberto López y Lázaro Manuel Alonso por su labor en los programas informativos de la tv cubana. Debo suponer entonces, que ofrecer solo una parte de la verdad, insultar o acusar al otro, sin permitirle su defensa, en el mismo espacio donde es atacado, debe ser el modelo a seguir por nuestros periodistas. La UPEC, legitima un tipo de ejercicio donde importa más la propaganda política que la búsqueda de la verdad. Tiene mayor valor, el discurso del odio, el bulling público, que el camino de un diálogo o el reconocimiento de las diferencias. Se critica a aquellos que se subordinan a los intereses de una ideología “enemiga” o un consorcio mediático, haciendo nosotros exactamente lo mismo. Los programas informativos de la tv cubana han sido mil veces cuestionados en los Congresos de la UNEAC o la AHS, por su falta de rigor o silencio, a la hora de tratar los problemas del país. La UPEC prefiere entonces, avalar el mismo tipo de ejercicio superficial, malintencionado o servil que le critica a sus enemigos.”

Dicen ahora que la UPEC se prepara para acciones legales contra quienes amenazan y calumnian a periodistas oficialistas, pero al menos, parecen ser “hechos” lo que se dice de ellos. ¿Permitirá la misma UPEC a periodistas independientes investigar la legalidad de las supuestas dos casas que tiene Lázaro Manuel Alonso en La Habana? ¿El origen del auto Toyota que maneja Humberto López? Pudieran al menos desmentir ambas cosas, y no lo han hecho.

Sobran las palabras y las evidencias. La razón parece estar del otro lado, querido gobierno cubano.

Un consejo: pongan a Oliver Zamora Oria. Oliver es una persona verdaderamente honesta. De seguro, lo hace mejor. O no lo hace, porque las personas honestas no mancillan su honra y prestigio con mentiras y calumnias.

Ariel P.

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