“Gracias a Dios estoy viva”, dice mujer que por poco muere empalada en su auto

Nervios y reflejos “de acero” debió demostrar el chofer de un auto que viajaba por la autopista del Dolphin Expressway, y vio caer delante de sí una especie de “viga” o “cabilla” de aluminio que, luego de dar unos buenos brincos en la carretera a derecha e izquierda, terminó encajándose en su parabrisas y casi alcanzándole en su anatomía.

Teresita McConney es el nombre de la chofer que asegura por poco pierde la vida y termina “empalada” en su asiento mientras conducía el pasado jueves por el 836, y a la altura de la 107ThAve. vio como comenzaron a caer escombros de una camioneta delante de ella. Eran apenas las 11am y Teresita al menos pensó que era muy temprano – y ella muy joven – para morir de esa manera. Aplastada por unos escombros de un chofer irresponsable. Instantes después vio la viga dar brincos…. y luego la explosión en su parabrisas.

“Sabía que algo me había golpeado. Sinceramente, sentí que algo me había golpeado”, dijo McConney a Local10. “Fue tan rápido que, eso es todo lo que pude ver”.

Su hija Tenielle McConney dice que “ese fue Dios”, y como prueba de ello apunta que la vara no alcanzó a tocar el rosario que cuelga del espejo retrovisor del auto. Una fuerza divina entonces empujó la viga hacia el otro lado.

“Eso es Dios. Estoy agradecida de que mi madre esté a salvo porque pasó a unos centímetros de su asiento”, dijo Tenielle.

“Gracias a Dios, ya sabes, es como ‘estoy viva‘ y renací, porque fue terrible’, explicó Teresita.

Quién si parece no tener a Dios en su corazón es el chofer de la camioneta. McConney asegura que este se bajó, pero no para ver si ella se encontraba bien, sino para recoger otro material que había caído. Teresita estaba en shock, parada detrás de la camioneta, pero el chofer ni siquiera se acercó a ver qué le sucedía.

“Cogió lo que cayó de su camión y se fue. Tenía que haber visto que me había golpeado”, expresó la mujer.

Un suceso similar al vivido por Rebecca Burgman de 35 años, quien en octubre del 2018 viajaba por la Interestatal 95, a la altura de Rockledge, cuando una plancha de madera “voló” de la cama del camión que conducía un individuo nombrado Jaime Riveira, y terminó incrustándose en el parabrisas del auto Honda que conducía Rebecca.