Gobierno de Cuba planea “ceder” sus restaurantes a privados

Dice Reuters, desde La Habana, que la idea es dejar de subsidiar a todos los restaurantes estatales del país para el 2021.

Tanto va el cántaro a la fuente… el gobierno de Cuba parece que por fin comprendió que Fidel Castro estaba equivocado con relación a la propiedad privada -eso pasa cuando lees libros viejos de Marxismo- y ha reconocido además no solo su ineficiencia para gestionar decentemente restaurantes que, años atrás, eran referente obligado para visitantes y residentes en cada provincia del país.

Nombres como La Roca y Monseigneur, en La Habana, o cualquier “Mandarín”, en cualquier provincia; El Cochinito, Pío Pío, y otros cientos de emblemáticos restaurantes a lo largo y ancho del país vieron con el transcurso de los años como sus mejores galas caían al suelo de la desidia, mientras el abastecimiento, la burocracia y la mala gestión económica prácticamente los puso a punto del jaque mate.

Los mejores chefs escaparon de sus cocinas. Algunos terminaron en restaurantes de hoteles o restaurantes adscritos al Ministerio del Turismo, pero otros continuaron sus labores en los llamados paladares, especie de restaurantes privados que de ser “emergentes” en los años 90´, hoy constituyen el punto neurálgico del negocio de la restauración en todo el país.

Visitados hasta por Jefes de Estado y estrellas del jet set internacional, los restaurantes privados sepultaron en apenas unos pocos años a la gastronomía estatal; así que este “reconocimiento” que pretende hacer el gobierno de la isla, con la cesión y concesión de sus inmuebles a privados y cooperativas no estatales de producción, no es más que la crónica de una muerte anunciada.

Dice Reuters, desde La Habana, que la idea es dejar de subsidiarlos a todos para el 2021.

La agencia tuvo acceso a informes locales y a una fuente con conocimiento del asunto, mientras reseña que este es otro paso dentro de las llamadas reformas económicas impulsadas por Raúl Castro.

Reuters añade que “en los últimos discursos, el sucesor de Castro, el presidente Miguel Díaz-Canel, sostuvo que se eliminarán los subsidios para los restaurantes estatales como parte de una reforma monetaria que se espera para fines de año” y da cuenta del mal servicio entronizado en los restaurantes estatales, y de robos notables de mercancía -alimentos fundamentalmente- en casi todos ellos; un fenómeno que se achaca generalmente a la necesidad de “luchar” que tienen sus trabajadores -cocineros y dependientes- pues el salario que el Estado le paga por sus servicios es ridículo, comparado con la propina que ganan aquellos otros que trabajan en los llamados paladares.

Reuters valora que “la medida sacudirá lo que se conoce como el sector de la gastronomía”, aunque a cualquier cubano se le antojará como una confirmación de lo evidente: el sistema económico impuesto en la isla de Cuba no funciona, es arcaico y el Estado no puede controlarlo todo. 

Por lo visto, se dará marcha atrás a la nacionalización impulsada en la isla en la década del 60´ y, como colofón, aquellos propietarios de restaurantes no serán vistos como “pequeños burgueses” o “pichones de capitalistas”, sino todo lo contrario: a partir de ahora serán “salvadores del socialismo”.

Ariel P

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