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Cuba

“Fuga de capitales”, o 110 gramos de chicharrones de puerco a $70 pesos

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La foto tomada por algún usuario en una tienda de Cuba a un paquete de chicharrones que se vende a $2.80 CUC – o 70 pesos moneda nacional – supone un ejemplo clásico de cómo el estado cubano bota su dinero en el mercado internacional.

Dejando las suspicacias a un lado, contando con la integridad y honestidad del comprador que adquirió estos paquetes de chicharrones de 110 gramos en el mercado extranjero a $0,40 o $0,60 centavos, la duda que nos asalta es la de su profesionalidad. Este ejemplo luce como una de las tantas “fuga de capitales” o derroche de finanzas en las empresas cubanas.

Porque no se trata de comprar estos paquetes de chicharrones de 110 gramos a $0,40 centavos. A fin de cuentas el vendedor vende a un precio relativo siempre de acuerdo a las cantidades adquiridas, pero si un comprador de la India desea comprar un contenedor de estos chicharrores, el vendedor se lo venderá seguramente casi que al mismo precio con el cual le vendió el contenedor a un comprador mexicano.

Lo que se tiene que tener en cuenta aquí, pensando en el mercado cubano es “a cómo se venderá después”.

Olvidando el 2.2, el 2.4 o el 2.6… un paquete de chicharrones de 110 gramos a $70 pesos en moneda nacional, o $2.80 cuc, no lo compraría ningún cubano en su sano juicio (a no ser una embarazada antojada) y es que la matemática es simple.

Pongamos dos ejemplos en dos territorios distintos de la isla.

En Sagua la Grande, provincia de Villa Clara, una libra de chicharrones de cerdo calienticos, crujientes, acabaditos de sacar del caldero y con masita, cuesta $25 pesos la libra. Ello indica que con $75 pesos, $5 más de lo que cuesta el paquete de 110 gramos de chicharrores fríos, crujientes, sacados del caldero hace un año y sin masa alguna, se pueden comprar 3 libras de chicharrones.

En Pinar del Río por el contrario, la libra está a $30 pesos “acabada de sacar del caldero”. Es decir que, con $70 pesos, se pueden adquirir dos libras y un poco más de chicharrones de cerdo calienticos, crujientes, acabaditos de sacar del caldero y con masita; bien diferentes al paquete de 110 gramos de chicharrores fríos, crujientes, sacados del caldero hace un año y sin masa alguna.

A riesgo de lucir ave de mal agüero, le pudiéramos pronosticar a estos chicharrones de cerdo que vencen en julio del 2019, el mismo camino que el de otros cientos de productos que se duermen en las neveras y estantes de la isla debido a una “mala compra”, o porque simplemente se venden a un precio extra galáctico. Le llaman “activos sin rotación”. “Activos que en ocasiones vencen, se echan a perder; un roedor los muerde, un temporal los empapa, o un ciclón se los lleva.

Si en verdad la economía cubana busca enderezar su rumbo, y ya que se dice atada de pies y manos en cuanto al precio que deben vender en las tiendas, “luego de varios rodeos dados para burlar el embargo“, debería buscar los modos de abolir estas malas prácticas de comprar por comprar, o comprar “por estímulo”. Pudieran, quizás, situarle los pies en la tierra durante al menos un día, cada mes del año, a estos “compradores internacionales” que desde hace años, suben un peldaño en el camino a la ruina.

¿110 gramos de chicharrones a $70 pesos en moneda nacional?

Roberto A.

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